Las ganancias están por debajo de la inflación y los riesgos a futuro son muchos y variados. Pero ninguno es tan grave como la voracidad financiera del Tesoro bonaerense.
La situación del Banco de la Provincia de Buenos Aires, la entidad financiera más longeva del país, es seguida con atención por el equipo de transición de Axel Kicillof. Pero también por el gobierno de María Eugenia Vidal, que acaba de blanquear que terminará el año con un enorme rojo fiscal y busca alternativas para financiarlo.
Esta semana se reunieron Federico Salvai, el Jefe de Gabinete provincial, y Carlos Bianco, líder de los equipos de transición que designó Axel Kicillof para obtener informes de parte de la administración saliente. En ese encuentro, Bianco confirmó la sospecha del gobernador electo sobre el rojo de las cuentas bonaerenses.
Salvai admitió que faltan unos 70 mil millones de pesos para cerrar en equilibrio y que aspiran a que el gobierno nacional aporte 20 mil. El resto -o el total, si las gestiones frente a Mauricio Macri no dan resultados- se financiaría, de acuerdo a los planes de Gobernación, con créditos del Banco Provincia y del Banco Nación.
Según contó a INFOCIELO, Bianco sugirió respetuosamente que se descartaran esas alternativas y que se buscara un auxilio extra de parte del Gobierno nacional, en sintonía con un pedido anterior de Kicillof en pos de que el déficit de la administración central no se financie con la caja de organismos descentralizados como IOMA, IPS o el propio BAPRO.
El temor de Kicillof es que la banca pública bonaerense esté en iguales o peores condiciones que el Tesoro, a pesar de que la entidad afirma tener un patrimonio neto “superior a los 51.500 millones de pesos” y de que según datos oficiales obtuvo en el tercer trimestre del año ganancias por más de 6 mil millones de pesos.
Lo que no dicen los anuncios oficiales es que esa ganancia representa un 30 por ciento de crecimiento que está por debajo de los índices de inflación acumulados en el mismo lapso de tiempo (37.7 por ciento a septiembre). Tampoco respecto del agotamiento de esas fuentes de ingreso.
“Hoy el banco gana plata solamente a través de las Leliqs, que están a la baja, el tipo de cambio y los créditos UVA”, relató a este portal una fuente que sigue de cerca los números. Como contrapartida, todas las actividades prouctivas del banco pierden plata: el descuento de cheques, la banca comercial, agropecuaria, corporativa y pyme.
“Todos los negocios estan a la baja como en todos los bancos, es sistemico. La diferencia es que el BAPRO tiene que orientarse hacia el beneficio público y eso le deja menos margen para hacer negocios”, explicaron las mismas voces. En el corto plazo, la situacon de liquidez del banco esta por encima de la necesaria, de la liquidez excedente, pero ese panorama puede revertirse en el corto o mediano plazo.
Con precisión de relojero, el Banco dio a conocer las (relativas) buenas noticias apenas horas antes de que Vidal y el ministro de Economía Bonaerense, Damián Bonari, blanquearan la intención de “patear” el vencimiento de un bono de 4 mil millones de pesos que vence en un mes, para dentro de un año, ya bajo la administración Kicillof.
Una medida que, como anticipó este portal, quedó trunca a partir de dos dictámenes técnicos que advirtieron que implicaría una pérdida patrimonial de 2.500 millones de pesos para el Provincia, que el directorio no puede convalidad. Así, a Vidal le quedaría como única posibilidad obligar al banco a aceptar el canje de bonos de manera compulsiva, mediante una ley -que la oposición puede bloquear- o un decreto, con un elevado costo político.
Más allá de la pérdida de patrimonio que significaría esa decisión, hay preocupación por otras medidas de Vidal que ponen en jaque las cuentas del Banco Provincia. Por ejemplo, los 5.600 mil millones que significan haber financiado los “supermiércoles de descuento” en 2019, el caballito de batalla con el que Vidal afrontó la crisis económica durante las campañas electorales de 2017 y la de este año.
Pero el rojo se agranda a partir de los miles millones del déficit de la caja de jubilaciones que se transfirieron al Banco, y que en La Bancaria y en el Directorio calculan entre 8.500 y 9 mil millones de pesos, o los 17 mil créditos UVA que otorgó y que implican un alto riesgo para la entidad si se cambia la letra chica de los contratos, como piden sus beneficiarios, que los consideran una estafa. Ese escenario se combina con el crecimiento exponencial de la morosidad de clientes de tarjetas de crédito y de créditos personales, que son una postal de cómo la crisis económica golpea al bolsillo de las familias bonaerenses.
El balance del Banco Provincia se conocerá, de acuerdo a lo que marcan los estatutos, en marzo del año que viene. Pero el estado de situación está a punto de hacerse público. Quienes siguen de cerca la evolución de los números anticipan un déficit de caja de más de 7 mil millones de pesos. Y se preguntan de dónde sacará Vidal los 20 mil millones que necesita para aliviar el rojo fiscal.
Fuente: InfoCielo