Según informó recientemente el CONICET en los resultados de transferencia tecnológica 2018, tres institutos dependientes de ese organismo y la Universidad Nacional del Sur lideraron el listado nacional.
La transferencia tecnológica es la asistencia que el sector científico brinda a los sectores socio productivos desde su saber experto, con el objetivo de incrementar, mejorar u optimizar la producción, agregar valor, desarrollar nuevos productos o procesos, entre otros. Se trata, básicamente, de aplicar el conocimiento científico a la producción y la industria para generar valor agregado.
Tal como reportó la Fundación del Sur para el Desarrollo Tecnológico, el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) ocupó el primer lugar a nivel nacional, con actividades de transferencia realizadas por un monto superior a los 8 millones de pesos durante 2018. En lugares destacados también aparecen la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI), con 5, 6 millones; y el Centro de Recursos Renovables de la Zona Semirárida (CERZOS), con 3,5 millones.
En total, 10 Institutos pertenecientes a la UNS y el CONICET, además de la Unidad de Asistencia Tecnológica local, realizaron actividades de transferencia por un monto que supera los 20 millones de pesos, aproximadamente el 10% del total nacional.
El CONICET y la UNS, una historia de larga data
La Universidad Nacional del Sur posee doce institutos de doble dependencia junto al CONICET, en casi todas las ramas de la ciencia. En estos institutos trabajan más de 800 científicos y personal de apoyo, que en su mayoría también cumple funciones en esa casa de estudios. Por esta razón, la UNS es una de las universidades argentinas con mayor proporción de investigadores de carrera entre su plantel docente.
El Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) fue creado por un convenio entre el CONICET, la UNS y la Armada Argentina en 1969. Su antecedente fue el Instituto Oceanográfico que la UNS fundara en 1957. En el año 1978 la Armada retira su participación, pero se mantienen los dos primeros. Sus objetivos se orientan a promover el desarrollo de las investigaciones científicas del mar argentino y sus recursos, contribuir a la formación de investigadores y técnicos, e impulsar el estudio de la oceanografía. Actualmente su director es el doctor Rubén Lara.
El Centro de Recursos Renovables de la Zona Semirárida (CERZOS) es otro de los institutos que funcionan en el CCT. Su director fundador fue el doctor Osvaldo Fernández. Allí se abordan varias cuestiones agrícolas, con énfasis en estudios sobre la región cultivable y no-cultivable semiárida de Argentina. En la década de 1990 se generaron también proyectos biotecnológicos. La mayoría de su personal se desempeña en el Departamento de Agronomía de la UNS, lo que le permite poseer una alta calificación académica, exhibiendo una buena y sostenida producción científica. Dirige el CERZOS la doctora Viviana Echenique.
La Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI) tiene como fin la investigación y el desarrollo de tecnologías en el campo de la industria química, petroquímica y alimenticia, y su transferencia a la industria. Por su ubicación cercana a los valles de los ríos Negro y Neuquén, a la región generadora de semillas oleaginosas, y por ser Bahía Blanca el punto de localización del Polo Petroquímico, la PLAPIQUI ha fijado como prioridad la investigación sobre la tecnología de procesamiento y conservación de los productos mencionados. Actualmente, su directora es la doctora Verónica Bucalá.
Los demás Institutos de la UNS y el CONICET son el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB), el Biológico del Sur (INBIOSUR), el de Matemática de Bahía Blanca (INMAB), el de Ciencias e Ingeniería de la Computación (ICIC), y el de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS). También, el de Investigaciones en Ingeniería Eléctrica (IIIE), el Geológico del Sur (INGEOSUR), el de Física del Sur (IFISUR), y el de Química del Sur (INQUISUR).
Prensa UNS