En 2020, el salario más bajo alcanzado por el impuesto a las ganancias en el caso de un empleado sin cargas de familia ni otras deducciones será de $55.257 y, en el caso de un trabajador que declare deducciones por cónyuge y por dos hijos, la cifra será de $73.099.
En ambos casos, los montos corresponden al ingreso mensual promedio para todo el año, son netos de aportes a la seguridad social e incluyen el proporcional del aguinaldo.
En la práctica, los montos se elevan un 20% respecto de los actualmente vigentes. Ese ajuste muy por debajo de la inflación determinará que se eleve la presión impositiva, ya que a igual o incluso a menor poder adquisitivo, se pagará más dinero por el impuesto, medido como porcentaje del ingreso.
La suba de los parámetros que definen quiénes tributan y también cuánto se determina, según lo establecido por ley, según la variación registrada por la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (Ripte) entre los meses de octubre previos a hacerse efectiva la actualización.
En este caso, ese índice tuvo un crecimiento de 44,27% entre el décimo mes de 2018 y el décimo mes de este año, según se conoció hoy. Este año se da una particularidad: de acuerdo con la normativa, el índice de actualización debe aplicarse sobre los valores que estaban vigentes hasta agosto pasado. Ese mes y tras el resultado de las PASO, el Gobierno dispuso una mejora en la situación de los trabajadores frente al impuesto por todos los ingresos de este 2019, al establecer una suba adicional del 20% a los montos que definen cuál es el menor salario alcanzado por el impuesto (el llamado mínimo no imponible), que en enero pasado se había actualizado solo un 28,29%.
Pero esa medida (por la que no se actualizó la totalidad de los parámetros del tributo) fue de excepción y, por tanto, solo con vigencia para este año y, por eso, para que la suba de 44,27% se aplique sobre los valores reales que hoy tiene el esquema del impuesto, debería haber una prórroga específica para esa medida de emergencia.
En el caso de un asalariado con cónyuge y dos hijos a cargo que este año tuvo un salario bruto mensual promedio de $80.000, el pago anual resulta en este ejercicio fiscal de $9462. Si en 2020 lograra una recomposición de, por ejemplo, 50%, entonces tributaría (según los nuevos valores) $51.118. Sin aumento del poder de compra del ingreso, la carga fiscal pasará de 1,1% del salario neto a 3,9%.
Fuente: La Nación