El fiscal Cristian Aguilar pidió una pena de cuatro años de prisión para Juan Manuel Sánchez, operador del servicio de emergencias 911, y dos años y ocho meses para Renata Pierini Lerner, médica de la ambulancia del servicio de emergencias, en el marco del juicio por jurados por el fallecimiento de una pareja por inhalación de monóxido de carbono, en un caso ocurrido el 21 de junio de 2016, en el barrio Las Cañitas.
En el caso del primero solicitó que la pena sea de cumplimiento efectivo, mientras que en lo que respecta a Pierini Lerner, de ejecución condicional. La defensa de ambos pidió la pena mínima. La sentencia de la jueza Claudia Fortunatti se conocerá el próximo martes al mediodía.
Cabe recordar que la médica había sido declarada culpable por el cuerpo colegiado de personas por el delito de homicidio culposo, mientras que Sánchez, por incumplimiento de deberes de funcionario público.
El propio fiscal Aguilar había solicitado que Sánchez sea condenado por homicidio simple con dolo eventual e incumplimiento de los deberes de funcionario público o subsidiariamente homicidio culposo. En tanto, para Pierini Lerner había pedido que sea condenada por el delito de homicidio culposo.
El debate oral fue presidido por el Tribunal Criminal N° 2, en el quinto piso del Palacio de Tribunales, en Estomba 34. El defensor de Pierini Lerner fue el abogado Sebastián Martínez, y el de Sánchez, el letrado Hernán Silva.
Para la fiscalía y alguna de las defensas había causado sorpresa la condena recibida por parte de Sánchez, ostensiblemente menor a lo que se esperaba, ya que no recibió pena ni por homicidio doloso ni por culposo.
El caso
El hecho ocurrió en la vivienda de la calle Malharro 2538, donde Micaela Hernández, quien tenía 29 años, y Ramiro Gavilán, de 28, perdieron la vida luego de comunicarse dos veces con el número de emergencias 911 para solicitar ayuda, llamado que atendió Sánchez.
Al primero se lo responsabilizó de no haber cumplido con el protocolo, haciendo caso omiso a la gravedad de la situación, ya que tardó 8 minutos y 20 segundos en avisar de la emergencia; mientras que a la profesional de la salud se le cuestionó su presunta conducta negligente.
La llamada ingresó al sistema minutos antes de las 17 de ese día y una ambulancia llegó hasta la puerta de la casa, pero como nadie atendió se retiraron. Los cadáveres recién fueron encontrados cerca de las 21 por el padre de la joven fallecida.
Al poco tiempo, Sánchez fue desplazado de su cargo junto al entonces responsable del servicio de emergencias, Fernando Cappa.
Fuente: La Brújula