Desde el Partido Intransigente, su presidente, reclamó la urgente toma de medidas desde el municipio. “De no actuar rápidamente, la propagación será inevitable”, dijo Juan Ferreyra.
Con los 5 casos confirmados, cuatro familias en observación y más de 60 personas en seguimiento; el coronavirus llegó para quedarse en Punta Alta.
Mientras el intendente, Mariano Uset, decidió culpar a los vecinos del distrito, desde el PI se reclamaron acciones urgentes.
“Los Rosaleños ya no hablamos de coronavirus como riesgo , sino como una nueva y concreta realidad en nuestro territorio, por lo tanto debemos rápidamente prevenir y combatir todo tipo de propagación”, afirmó Juan Ferreyra.
Indicó que el camino urgente es regresar a fases anteriores que restrinjan toda circulación.
“Debemos suspender por lo menos durante 15 días la circulación de habitantes domiciliados en Bahía Blanca o cuyas actividades se cumplan en el AMBA o distritos con contagios cuya. Necesitamos, además, contar con más respiradores y estructura sanitaria de urgencia”, expuso.
“Con la comprobación de 5 casos en el territorio , percibimos la factibilidad de otros no conocidos, además los traslados de personal militar a destinos y conglomerados o la posibilidad de ingreso de personas de Bahía Blanca u otros distritos con infectados , pareciera indicar que -sin buscarlo- estamos posibilitando el contagio y multiplicación del virus”, subrayó.
Ferreyra se diferenció de Uset. “No podemos esperar que solo con la acreditación de un caso autóctono regresemos a la fase 4, el problema es mucho más complejo por la invisibilidad del virus y la tardanza en su detección respecto a los contagios”.
Quique GL