Caso Facundo Astudillo Castro: Los detalles que aportará la defensa para investigar la desaparición forzada

Pese a que se supo que Facundo murió ahogado, los fiscales de la causa seguirán investigando la desaparición forzada por un conjunto de pruebas determinantes.

El informe final de la autopsia del cuerpo de Facundo Astudillo Castro, no cerró el caso. A pesar de que el mismo arrojó que el joven de 22 años murió por “asfixia por sumersión”, es decir ahogado, los fiscales de la causa, Santiago Ulpiano Martínez, Andrés Heim y Horacio Azzolin buscarán “poner en contexto” lo certificado por los peritos forenses y las pruebas que se habían acumulado hasta entonces.

Esto quiere decir que se seguirá investigando una posible desaparición forzada, en donde la policía bonaerense de Villarino ocupa un rol clave. Para explicar las razones de los fiscales, hay que primero repasar qué dijo el informe final de la autopsia y qué pruebas se habían agregado al expediente hasta ahora.

La autopsia no pudo determinar si Facundo Castro fue asesinado
Los más de 15 peritos que trabajaron con el cuerpo esqueletizado del joven oriundo de la localidad bonaerense de Pedro Luro, aseguran que Facundo murió ahogado y casi con precisión, afirmarían que fue en el lugar donde fue hallado el cuerpo: un cangrejal inaccesible ubicado entre Villarino Viejo y General Daniel Cerri.

Esto se sostiene por el hecho de que en la médula ósea del cuerpo se encontraron diferentes diatomeas, las algas microscópicas que determinan que una persona murió por sumersión.

Al mismo tiempo, la autopsia final explica que el cuerpo analizado no presentaba golpes de consideración ni heridas de bala, por lo que se animó a concluir que “no participaron terceras personas en el hecho”. Una innecesaria aclaración que llamó la atención de la querella.

Pero, por otro lado, la autopsia dejó la puerta abierta con dos datos fundamentales que no pudieron ser comprobados: no se pudo determinar en qué día habría fallecido el joven que estuvo desaparecido durante cuatro meses y tampoco confirmó a ciencia cierta si Facundo murió por “accidente, homicidio o suicidio”.

Por todo esto, la médica forense y perito de la querella, Virginia Créimer, firmó el acta de la autopsia en disidencia. «Si no fue suicidio y no fue accidente, tenemos que empezar a hablar de homicidio», aseguró.

CUÁLES SON LAS PRUEBAS QUE CAMBIARÍAN LA CAUSA

Pese a conocer de qué forma murió Facundo Astudillo Castro, los fiscales actuaron con precaución y sostuvieron que la causa seguirá abierta y se continuará investigando la posible desaparición forzada (lo que indefectiblemente hablaría de un homicidio). ¿Por qué?

Por un cúmulo de pruebas que se fueron recolectando desde el pasado 30 de abril, cuando el joven salió de su casa para dirigirse “a dedo” hasta el domicilio de su exnovia, en Bahía Blanca. En el medio, tuvo contacto con al menos cinco policías identificados.

1: Se encontraron dos elementos de Facundo que salpican a la policía. El primero fue un suvenir (Vaquita de San Antonio) que fue hallado por el perro entrenado “Yatel” en el galpón de la comisaría de Teniente Origone. El segundo, también encontrado por Yatel, se trató de colgante que Facundo llevaba a la hora de desaparecer (piedra turmalina), identificado en el baúl de un móvil policial de Bahía Blanca. El mismo que estuvo en la zona donde apareció su cuerpo.

2: Ese vehículo donde se encontró una pertenencia de Facundo estuvo a 800 metros del lugar donde se denunció la aparición de su cuerpo. Un trayecto imposible e inexplicable para un móvil policial, que se tuvo que alejar más de 10 kilómetros de la ciudad. El GPS del vehículo marca que el recorrido fue el 8 mayo, el mismo día en que la oficial Siomara Flores (una de las oficiales que levantó a Facundo en la ruta) desactivó su WhatsApp.

3: Casi un mes después de la aparición del cuerpo que más tarde se confirmó que se trataba de Facundo, se halló su mochila a pocos metros del lugar. En su interior se encontraron todas las pertenencias del joven (incluida la ropa que llevaba puesta al desaparecer) pero con dos llamativas ausencias: el DNI y la tarjeta de débito. Misteriosamente, en el teléfono de la oficial Jana Curuhinca -que había afirmado que el joven no llevaba documento-, se descubrió una foto del DNI de Facundo.

También, el día en que apareció su cuerpo, la madre del joven, Cristina Castro, y sus abogados, consideraron por demás evidente que la zapatilla que se encontró junto al cadáver, estaba en “perfectas condiciones” a pesar del paso del tiempo y las condiciones climáticas.

4: Un resultado tecnológico reveló una “gran cantidad de conexiones y comunicaciones» entre efectivos de la UPPL de Bahía Blanca con los policías mencionados por la querella. ¿Por qué hubo tanta comunicación entre diferentes dependencias policiales durante el día de la desaparición de Facundo?

Al respecto, uno de los oficiales implicados –Mario Gabriel Sosa- recibió un mensaje desde Bahía Blanca: “Si se hace el pajero, bájalo”, decía.

Además, os peritajes sobre las antenas telefónicas revelaron que el teléfono de Facundo se activó el 1 de mayo en una antena próxima a la UPPL de Bahía Blanca. Es decir, un día después de su desaparición.

A todo esto, esta semana se podría sumar una nueva y definitiva prueba de las anteriormente mencionadas, para que los tres fiscales de la causa activen imputaciones y detenciones de los uniformados. Se trata de la posible confirmación de ADN de Facundo en una dependencia policial.

«Yo sé que lo mataron y estoy convencida que esta semana vamos a tener novedades importantes», le dijo a Télam la madre de joven, Cristina Castro.

“Se está más cerca que nunca de la verdad», dijo la mujer, asegurando que “hay infinidad de pruebas en el expediente que demuestran que lo mató la policía».

Fuente: Infocielo