La Administración Nacional se suma a las instituciones que eligen usar lenguaje inclusivo en sus documentos oficiales. Los argumentos.
Como ya hicieron previamente el PAMI, IOMA y otras instituciones estatales, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) comenzará a utilizar lenguaje inclusivo y no sexista en toda su documentación oficial.
La medida fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial y encomienda a la Dirección General de Proyectos de Niñez, Adolescencia, Juventud y Género la confección de un manual de estilo con las normas necesarias para este tipo de redacción, así como también orientaciones para su empleo y estrategias de aplicación. Además, la instruye a realizar «las capacitaciones pertinentes, evacuar consultas y desarrollar cualquier otra acción que considere necesaria para la correcta implementación».
Según describe el texto, se entiende por lenguaje inclusivo y no sexista a aquel que evita el sesgo hacia un sexo o género en particular, no oculta, subordina, jerarquiza, ni excluye a ninguno de los géneros y es responsable al considerar, respetar y hacer visible a todas las personas, reconociendo la diversidad sexual y de géneros.
Entre sus argumentos, la resolución 418/2020 firmada por María Fernanda Raverta, titular de Anses, aclara que «la igualdad de género requiere un proceso de aculturación modificatoria de los usos, costumbres y prácticas socialmente aprendidas, lo que debe encararse a partir de un cambio medular en las concepciones lingüísticas».
«La importancia sustancial del lenguaje deviene incontrovertible, dado que a través de su utilización se interpreta, reproduce, crea y transforma la realidad, en tanto no se circunscribe a la diferenciación entre personas, sino que se hace extensivo a otros grupos sociales de diferentes características o condiciones étnicas, sexuales, socioeconómicas, que a partir de una concepción sexista y excluyente de lo masculino y lo femenino, son invisibilizados como tales», sostiene.
Además, advierte que el lenguaje «es también un sistema de poder que señala desigualdades», por lo que resulta necesario introducir en el ámbito de la institución «un sistema lingüístico inclusivo, como instrumento de cambio para erradicar la desigualdad, la discriminación o la invisibilización tácita de las personas en razón del género, mediante el uso de términos y conceptos que sin transgredir ni la gramática ni la economía del lenguaje, incorporen a las trabajadoras y trabajadores que integran el Organismo en la más amplia expresión identitaria y de la diversidad sexual».
De esta forma, a partir de ahora, «toda expresión verbal, escrita, o por medio de imágenes reveladoras de la diversidad de identidades, roles, profesionales y estilos de vida, cualquiera fuere el medio o soporte en las que se las instrumente, almacene o fije, deberá emitirse mediante un lenguaje inclusivo y no sexista, evitando la perspectiva androcéntrica que suele aplicarse a la pluralidad de situaciones y actividades en las que participan las trabajadoras y trabajadores».
La resolución:
https://drive.google.com/file/d/1S2LJB66eqTxMEUrQtBi7MywOz_4nsWHw/view
Fuente: InfoCielo