Tras la ruptura de un nuevo témpano en el sur del Mar de Weddell, específicamente de la barrera de hielo Brunt, comenzaron las tareas de seguimiento por parte del Servicio de Hidrografía Naval –dependiente del Ministerio de Defensa– en cumplimiento de su misión de proveer información para seguridad náutica y como Servicio de Hielo especializado en el Hemisferio Sur.
Este témpano que tiene una superficie de 1200 km2 –6 veces la ciudad de Buenos Aires– aún permanece junto a la barrera y su desplazamiento ha sido de unos pocos cientos de metros.
Esta barrera de hielo ha experimentado un lento proceso de ruptura denominado “calving”, desde que comenzó su monitoreo en el año 1915. El fondo marino debajo y en los alrededores de la barrera de hielo Brunt presenta un banco submarino denominado McDonald Bank. El avance de la barrera frente a dicho banco ha generado el levantamiento de hielo, mostrándose en dicha zona gran cantidad de grietas. Este sector es de relevancia, ya que presenta un punto de apoyo de la barrera, la cual le ha atribuido cierta estabilidad a la misma con solamente pocos eventos de desprendimiento desde 1915.
En 2018 se detectaron movimientos significativos en las grietas de la barrera de hielo, lo que significó una inestabilización de la zona con la potencialidad de generación de grandes masas de hielo a la deriva, los llamados témpanos.
Semanalmente el SHN recibe imágenes del satélite SAOCOM 1A para mantener actualizada la información de lo que ocurre en dicho sector.
La ruptura de este sector de la barrera de Brunt fue detectada el 26 de febrero por sistemas GPS de gran precisión pertenecientes al Servicio Antártico Británico (British Antarctic Survey – BAS) los cuales están instalados desde hace varios años en las partes más frágiles de la barrera.
La barrera de hielo Brunt tiene del orden de los 100 metros de profundidad debajo del agua en su parte Oeste, mientras que al Este, la parte más cercana al continente supera los 200 metros. Es posible calcular que el témpano generado posee un calado aproximado de 150 metros y considerando las profundidades de la zona sur del Mar de Weddell se puede establecer que una vez que se produzca la separación total del témpano, comenzará su lenta deriva con desprendimientos secundarios de nuevos témpanos, de menor tamaño, pero aún de considerables dimensiones como para representar un potencial peligro para la navegación.
En el Mar de Weddell las corrientes circulan en sentido a las agujas del reloj en el conocido Giro del Weddell. Es por esto que se deberá mantener un seguimiento permanente de lo que ocurra con este y otros témpanos ya que su deriva podría posicionarlos en la derrota que realiza el rompehielos ARA “Almirante Irizar” en su navegación para reaprovisionar a la Base Antártica Conjunta Belgrano II.
Aún quedan sectores de la misma barrera con potencialidad para convertirse en témpanos de grandes magnitudes e incluso mayores que el de reciente desprendimiento. Esto indica que se deberá continuar la vigilancia sobre la región, especialmente considerando que es una zona de tránsito del rompehielos de la Armada Argentina para el reaprovisionamiento de la base más austral de nuestro país.
El Servicio de Hidrografía Naval, a través de su Departamento Meteorología, realiza el seguimiento de los témpanos que derivan en el Océano Atlántico Sur y los mares de Weddell y Bellingshausen en la Antártida. Esta información es publicada en Cartas de Témpanos a través de su sitio de internet http://www.hidro.gob.ar/Smara/glacio/sglaciologica.asp y por medio de los Radioavisos Náuticos en el sector de la NAVAREA VI de responsabilidad nacional.
Gaceta Marinera