Hace exactamente 110 años, el pueblo puntaltense estaba de festejo. El vecindario estaba conmocionado con la llegada del tren que lo uniría con Rosario, el primer puerto cerealero de la República y que era un factor de progreso para la ciudad. El Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano llegaba a Punta Alta, su punta de riel.
En diciembre de 1910, se estableció una comisión ad hoc de vecinos notables para dar la bienvenida al ferrocarril.
Como presidente honorario, se designó al jefe del Puerto Militar, capitán de navío Vicente Montes. Presidente de dicha comisión fue Romeo Ferrandi; vice, Ramón Ayala Torales; secretario, Nicolás Marcalain; tesorero, Oscar B. Silva; y como vocales, Luis Ciniselli, J. García Puig, J. Bianchi, F. Reimundini, y muchos vecinos más.
En la reunión, se constituyó un cuerpo destinado a recaudar fondos para comprar medallas de oro grabadas y pergaminos conmemorativos, destinados a las principales personalidades de la compañía francesa.
El 15 de diciembre, a la mañana, salió el convoy inaugural de la línea de la estación Rosario. A bordo, iban, entre otros, los ingenieros François Sisqué y Édouard Otten, responsables de las obras de construcción de la línea; y Diego de Alvear, en su carácter de promotor de la empresa y miembro del directorio. La locomotora, adornada como era usual, con banderas argentinas y francesas, se detuvo en las estación Bigand, unos cien kilómetros a sudoeste de Rosario, donde los directivos fueron agasajados con un almuerzo en los galpones de la estación.
Finalmente, el tren arribó el día 17 a las 4.20 de la tarde, a la estación Solier, donde se congregó gran parte del pueblo de Punta Alta.
Luego de los discursos de regla y de la entrega de las medallas y los diplomas, se realizó un regio banquete para cincuenta personas en el vagón comedor del tren.
El 19 de diciembre de 1910, la línea fue habilitada en forma provisoria y librada al servicio definitivo en 1912.
Archivo Histórico Municipal de Punta Alta