El programa «Mechas Solidarias» llegó a una cárcel bonaerense, donde mujeres elaboran pelucas para pacientes oncológicos y otras enfermedades.
En una cárcel bonaerense de San Martín, mujeres privadas de la libertad elaboran pelucas para pacientes oncológicos y otras enfermedades. Se trata del programa «Mechas Solidarias», donde aprenden a confeccionar las pelucas para donar a personas con problemas de caída de cabello por razones de salud.
La iniciativa se está desarrollando en la Unidad 47 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), específicamente en el pabellón 2 sector B femenino. La acción se encuentra enmarcada en el programa “Más trabajo, menos reincidencia” que desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires promueve la participación de las personas privadas de libertad en actividades laborales.
Las mujeres privadas de su libertad se sumaron en los últimos días a ese proyecto que nació en Mercedes con el impulso del municipio y que lleva entregadas unas 300 pelucas que, tras usarlas, se devuelven y se restauran. Desde el SPB informaron que la capacitación está a cargo de Sol Pérez y Maribel Rodríguez de «Mechas Solidarias» y se desarrolla los miércoles y viernes en la unidad bonaerense de San Martín.
En principio, iniciaron el taller con seis internas que son capacitadas en la fabricación de pelucas de pelo natural y comparten lo aprendido con sus compañeras, para que todas aprendan a confeccionar las pelucas. Es así que la actividad alcanza a las 45 habitantes del pabellón.
Según comunicaron, el emprendimiento comenzó el 25 de abril y finalizará el 12 de diciembre; mientras que las pelucas confeccionadas serán donadas a pacientes oncológicos o con alopecia o que padezcan otra enfermedad y que no pueden acceder económicamente a una peluca.
En la clase inaugural del taller las mujeres demostraron su interés por aprender y con el pelo como materia prima y elementos como aguja, hilo, cinta, tela y tijeras comenzaron a trabajar.
Sol Pérez, representante de “Mechas solidarias” explicó en un comunicado: “me encantó poder llevar el proyecto a la cárcel, enseñar algo para la gente que está privada de libertad. Las internas están comprometidas con el proyecto. Están contentas, van avanzando y van contando los logros”.
La actividad cuenta con la coordinación de las jefas de Vigilancia y Tratamiento de la Unidad 47, Sofía Leguizamón y Rocío Ramos y las auxiliares de tratamiento, Déborah Corbalán, María Luz Bustos, Andrea Rodríguez, Yanina Confente y Delia Farías.
Fuente: InfoCielo