«La ley de Cannabis medicinal es otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía»

El presidente Alberto Fernández afirmó que la promulgación de la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial es «otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía».

«Este es otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía», subrayó Fernández, tras comparar la aprobación de la Ley de Cannabis Medicina con la ley del Divorcio, del Matrimonio Igualitario y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Al anunciar la promulgación de la ley junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en el Salón de las Mujeres de Casa Rosada, el jefe de Estado recordó que tiempo atrás «el cannabis era para gran parte de la sociedad una palabra prohibida».

«Estamos poniendo en marcha una ley que fue el resultado de un gran consenso», destacó Fernández, y puntualizó que «detrás de
esta ley va a haber una industria que produzca, que dé trabajo, que traiga dólares, pero fundamentalmente que sane».

En ese marco, el Presidente subrayó: «Empezamos a escuchar a unas madres que con el cannabis hacían aceite, que hacían a sus hijos la vida más llevadera. Comenzamos a prestar atención y hoy estamos ganando otra batalla contra la hipocresía».

Fernández consideró que esta Ley es «otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía», porque permitirá «ayudar a resolver la salud de mucha gente que lo necesita y que probó que esos medicamentos le sirven y hacen más llevaderas sus vidas».

En esa línea, el jefe de Estado Fernández informó que «hacia 2024 el mercado internacional de cannabis alcanzará los US$ 42.700 millones y los productores argentinos podrán competir», ya que actualmente están lanzados en esta industria Israel, Canadá,
Estados Unidos y Colombia.

A su turno, Kulfas resaltó que «la aplicación de esta ley va a permitir inaugurar una nueva industria en la Argentina», y puntualizó que se trata de una industria que «va a generar desarrollo regional, en diferentes lugares del país, con fuerte presencia de cooperativas, de empresas pequeñas y medianas, generando puestos de trabajo».

«Es una oportunidad sobre todo para el acceso a la salud, pero también al bienestar económico y al desarrollo de la industria nacional», señaló el ministro de Desarrollo Productivo.

La norma crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que funcionará dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo, y será la encargada de aprobar y administrar las licencias para la producción industrial del cultivo.

«El organismo público descentralizado tendrá como función regular la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición, por cualquier título de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales», indicó Presidencia en un comunicado.

Además, precisó que «el objetivo de la norma es brindar un marco legal para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico del cannabis».

La industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial tiene un crecimiento exponencial a nivel mundial, con un volumen en el mercado internacional de 42.700 millones de dólares proyectado para 2024.

En ese sentido, las previsiones de la cartera de Desarrollo Productivo para el año 2025 en la Argentina son de 500 millones en ventas al mercado interno anuales y 50 millones de exportación anual, sumado a un potencial de creación de 10.000 nuevos empleos.

El proyecto se convirtió en ley tras su aprobación en la Cámara de Diputados con 155 votos a favor, 56 en contra y 19
abstenciones.

De manera virtual participaron Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina del Cannabis, y Benjamín Enrici, presidente de Agrogenética Riojana.

Además, estuvieron presentes autoridades nacionales, legisladores, legisladoras, representantes de la Cámara Argentina del Cannabis, de la organización de la sociedad civil vinculadas a la temática, futuros emprendedores y emprendedoras en proceso de investigación, cultivadores y cultivadoras.

Fuente: NA