Lidia Arévalo es enfermera hace 40 años, siempre ligada a la vida naval, y desde el 2016 es la Jefa de la División Personal Civil del Departamento de Enfermería del Hospital Naval Puerto Belgrano.
Cada 21 de noviembre se conmemora el Día de la Enfermería, instituido por el Ministerio de Salud de la Nación, en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de la profesión.
Lidia del Valle Arévalo no siguió una carrera militar, pero su profesión siempre estuvo ligada a la Armada Argentina desde el inicio, y por eso manifiesta: “La Armada es mi vida, aunque no haya sido militar”. Además, la Institución le brindó la posibilidad de desarrollar su profesión: “La enfermería es vocación, es una profesión donde se siente gratitud de ayudar a otros para que la vida del paciente sea plena y sana en todos los aspectos”.
La Agente Civil de la Armada nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero desde muy pequeña se mudó con su familia a la Base Naval Puerto Belgrano, zona naval donde su padre, Julio Arévalo, desarrolló gran parte de su carrera militar, siendo Suboficial de la especialidad Mar.
“Mis recuerdos de la infancia son en Puerto Belgrano, mi padre por esos años navegaba mucho y mi juventud transcurrió entre barrios militares”, sonríe Lidia mientras recuerda aquellos años. Cursó la primaria en la Escuela Nº 24 “Fragata Presidente Sarmiento” de Puerto Rosales y el secundario entre la Escuela Técnica N° 1 y el Colegio Nacional de Punta Alta.
Cuenta que ella es la mayor de 6 hermanos y que aún recuerda el momento en que descubrió su vocación. “En la época en que vivíamos en Puerto Rosales conocimos una enfermera que me llevó a una guardia de pediatría en el Hospital Naval y surgió una emergencia que me permitió ver cómo trabajaban con los más chiquitos. Fue un momento de mucha solidaridad y humanidad, en ese instante supe que iba a ser enfermera”, relata con gran emoción.
Tras finalizar sus estudios secundarios, comenzó el Curso de Auxiliar de Enfermería en la Escuela de Sanidad de Puerto Belgrano. “Me recibí en 1980 e inmediatamente nos enviaron al Hospital Naval. En esos años el nosocomio tenía una demanda muy importante y de acuerdo al promedio de egreso, te asignaban a determinadas áreas. Éramos manos muy requeridas. En mi caso comencé en la entonces sala 3B, que estaba destinada a la atención de la mujer en distintas especialidades”, comentó.
De sus primeros años de profesión, Lidia rememora la atención a los heridos del Conflicto de Malvinas y el reacondicionamiento del hospital para recibirlos. “En aquel momento, todos los pacientes fueron derivados al Hospital Municipal Eva Perón mientras preparaban todas las salas para recibir a los heridos. Éramos jóvenes, tengo muchos recuerdos y situaciones vividas”, relató.
Cumplió sus 20 años de edad trabajando en la sala de heridos de guerra. “Había una cama al lado de otra, separadas con una mesita de luz. Recuerdo que me cantaron el feliz cumpleaños mientras los atendía. Fue una época ardua en la que se trabajó sin horarios. La llegada y atención de todos fue demandante, y tratamos de asistirlos en todo momento”, reflexionó.
Con los años, Lidia empezó a ejercer su profesión en distintos sectores y si bien tenía presente la atención en pediatría, con el tiempo siguió otro camino. “Me capacité dentro y fuera de la Armada, porque la enfermería es una profesión con mucho campo de acción. Estudié de forma privada la licenciatura en la Universidad Maimónides porque mi objetivo siempre fue estar bien capacitada”, expresa.
Y admite: “Tener una licenciatura no te hace mejor profesional, solo te capacita y, en mi caso, me permitió llegar hasta el Departamento de Enfermería, donde se planifica, proyecta y capacita a los enfermeros para que el servicio funcione como corresponde, y sin falencias”.
La experiencia adquirida en otras áreas también le permitió cumplir funciones en terapia, iniciando en intermedia para luego pasar a intensiva. “Uno de mis objetivos profesionales era llegar a Terapia Intensiva, donde estuve muchos años trabajando con el paciente crítico. Tengo mi corazón en ese lugar”, destacó.
Su trabajo en el Departamento de Enfermería del Hospital Naval Puerto Belgrano
El Departamento de Enfermería está a cargo del Teniente de Navío Pablo Alejando López y se compone de dos divisiones, una de personal militar y otra de personal civil. La Agente Civil Enfermera Lidia del Valle Arévalo tiene la Jefatura de la División de Personal Civil desde el 2016.
“A lo largo de los años, tuve gente de la que aprendí muchísimo porque siempre se aprende y el hospital es muy dinámico, pero todos trabajamos en equipo, para que el hospital pueda funcionar y logre sus objetivos y metas, que es brindar la excelencia en la calidad del servicio”, comenta Lidia.
Tras muchas vivencias en el hospital, en 2020 surgió una nueva coyuntura, explica: “La pandemia fue compleja porque no se sabía qué iba a pasar con este virus, implicaba mucha organización y cobertura en los diferentes servicios. Los enfermeros también se contagiaban e implicaba aislar a esa persona y al grupo que integraba, por prevención. Fue un cambio y adaptación importante que tuvimos que hacer”.
Lidia trabajó siempre en el ámbito de la Armada y, con más de 40 años de profesión en el Hospital Naval Puerto Belgrano, expresa: “Crecí rodeada de militares, mis amigos y compañeros de trabajo son todos de la Institución naval. Mi vida se desarrolló dentro de la base, que es como mi segunda familia. Me desarrollé laboralmente dentro de este hospital, he conocido a muchas personas a lo largo de estos años y siempre los vuelvo a encontrar”.
“Creo que cumplí con todas mis expectativas y, durante estos años, generé grandes vínculos. Mis experiencias me han enriquecido muchísimo”, destacó Lidia del Valle y concluye: “Llegar a la excelencia profesional fue siempre mi prioridad. La Armada Argentina es mi vida, aunque no haya sido militar”.
Mar Adentro – Gaceta Marinera