Lo pide en cápsulas blandas y que sea de rápida acción. La receta también especifica que la composición del ibuprofeno debe ser de 600 miligramos. Le dice al farmacéutico que lo toma para aliviar el dolor que le causa la artritis. Hay períodos en que casi no lo necesita, pero con 85 años y dolencias varias, este medicamento forma parte del kit de remedios que Lidia Freire guarda en su mesita de luz.
En ese cajón que está pegado a su cama, también hay un frasquito de paracetamol 1 gramo y otra caja con comprimidos de enalapril, que toma a diario para la presión arterial. Hace apenas unas semanas, el cardiólogo le sumó otro fármaco ansiolítico: el clonazepam, del grupo de las benzodiazepinas.
El vademécum de Lidia Freire se ajusta casi a la perfección a la lista de los medicamentos que más toman los argentinos, que en un compendio de productos se completa con la aspirina 0,100 mg, que comenzó a comercializarse en 1899 y hoy es una de las drogas más utilizadas como analgésico y antipirético. Sin embargo, en la literatura farmacológica se advierte que no fue hasta finales de los años 60 cuando se descubrió su acción inhibitoria plaquetaria. En la lista también figura la levotiroxina (que se utiliza para tratar el hipotiroidismo); el bisoprolol (para la presión arterial y otras afecciones cardíacas) y el alprazolam, para tratar trastornos de ansiedad y de pánico.
Los datos se desprenden de un informe al que accedió iProfesional elaborado por el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que realiza estudios e investigaciones sobre el mercado de los medicamentos y su evolución, como la cantidad de unidades vendidas cada año, los precios promedio y sus variaciones. El observatorio, que se puso en marcha en 2001 bajo la dirección de Carlos Vasallo, especialista en gestión de la salud, también redacta informes mensuales a partir de datos propios, que son útiles para comparar un mismo período en años diferentes.
Dos protagonistas de los botiquines hogareños
El ibuprofeno, de dos laboratorios distintos, y el paracetamol, sin dudas, son dos de los protagonistas de los botiquines hogareños. Tanto en sus presentaciones de venta libre, con concentraciones de 400 y 500 mg, respectivamente, como en los expendios con receta. “Son los ingredientes farmacéuticos activos que más aumentaron sus dispensas en porcentaje”, dice el informe sobre los productos más vendidos, que compara datos entre 2021 y 2022, y donde se comprueba que el incremento de unidades de un año a otro fue del 12% en el caso del ibuprofeno, y del 25% en el paracetamol.
En términos concretos, en 2022 los laboratorios entregaron a todas las farmacias del país más de 15 millones de unidades de ibuprofeno; en tanto que en el caso del paracetamol fueron cerca de 10 millones.
Como presidente de COFA, Ricardo Pesenti analiza el cuadro, y en referencia al aumento que registraron esos dos analgésicos el año pasado, hace una relación con la fuerte campaña de vacunación contra el Covid-19, cuando la variante ómicron reactivó los casos de contagio en la población. “El aumento de estos productos está asociado a la vacunación, ya que son dos analgésicos para tratar afecciones como la fiebre, uno de los efectos secundarios más habituales de las distintas dosis que se aplicaron contra el coronavirus”, explica el experto.
Una droga para una patología silenciosa
En cuanto al enalapril, hay que mencionar que uno de cada tres argentinos padece hipertensión arterial. De hecho, es una patología extraordinariamente frecuente que alcanza prácticamente a un tercio de las poblaciones a nivel global. La OMS reconoce a la hipertensión arterial como uno de los problemas más importantes de salud pública mundial, y aunque las campañas de control sanitario y diagnóstico avanzaron en la última década, aún gran parte de la población hipertensa no sabe que lo es.
En otro cuadro que analiza los primeros diez productos del mercado ético (de venta bajo receta) durante enero de 2023 contra el mismo mes del año pasado, refleja la merma notoria en los porcentajes de ibuprofeno y paracetamol, y se integra a la lista el losartán. “Entra en reemplazo de otro medicamento, el enalapril, ya que uno de sus efectos adversos es la tos, y hay una tendencia en la industria que muestra una mutación ascendente de uno a otro -refiere Pesenti-. Cuando vemos que el consumo de ibuprofeno y paracetamol también bajó, es porque la gente ya no lo necesitó más. El pico se dio en la vacunación y luego se retrajo”.
Durante 2022, los fármacos correspondientes al sistema nervioso, al sistema digestivo y metabólico, al sistema cardiovascular y al sistema músculo-esquelético estuvieron al tope de las dispensaciones. Estos cuatro grupos representaron el 52,57% del mercado total aproximadamente, y los medicamentos incluidos en estos grupos se corresponden a patologías prevalentes y muchas de ellas crónicas.
La levotiroxina, por ejemplo, se utiliza como terapia de reemplazo o sustitutiva cuando la función tiroidea está disminuida, o falta por completo. “Hay dos marcas distintas dentro de los diez productos más dispensados. Es una afección que padece gran parte de la población, sobre todo las mujeres. Que figure este activo en la lista no es algo nuevo, ya es una tendencia que tiene varios años”, agrega Pesenti.
El uso, o abuso, de los psicotrópicos
Dos benzodiazepinas, clonazepam y alprazolam, integran el listado de los diez medicamentos que más consumen los argentinos. Son drogas que producen grados de depresión del sistema nervioso central, que controla todas nuestras funciones corporales.
Los fármacos que actúan en el SNC se encuentran entre los primeros descubiertos por los seres humanos y son un grupo muy utilizado de agentes farmacológicos. Bien administrados, son invalorables terapéuticamente, porque pueden producir efectos fisiológicos y psicológicos específicos. Sin embargo, al abuso de estas sustancias es un problema de origen sociocultural que atraviesa el sistema de salud.
El clonazepam, por ejemplo, genera cambios en nuestro organismo y alteraciones en nuestro cerebro, por lo que su consumo abusivo puede ocasionar serios daños y generar tolerancia en el cuerpo, lo que lleva a que cada vez se necesite una dosis más alta para lograr el mismo efecto.
En 2022, las dispensas en unidades de los productos de este grupo farmacológico aumentaron un 1,08%, es decir que el mercado de este grupo se extendió en 1,4 millones de unidades aproximadamente.
“Son indicados en muchos pacientes para tratar los trastornos de ansiedad. Según nuestros registros, el porcentaje que subió en uno de los fármacos fue el mismo que descendió el otro. No podría decir cuál es la razón del movimiento en estos indicadores. Pero este comportamiento es uno de los tópicos de un informe sobre psicotrópicos en los que el observatorio está trabajando”, resume Pesenti. Y finaliza: “Debido al aislamiento y las consecuencias de la pandemia, los especialistas refieren un incremento en las afecciones de salud mental. Encerrados en sus casas, muchos pacientes manifestaron angustia, trastornos del sueño y ansiedad”.
Por último, el informe menciona a los antiparasitarios, “tal vez a expensas de la ivermectina, considerada beneficiosa para el Covid-19?, que ampliaron sus dispensas en un 14,64% (1,5 millones de unidades, aproximadamente)”.
Fuente: iProfesional