Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Desde la querella y desde un sector del Ministerio Público Fiscal no lo confiesan públicamente, pero es altamente probable que se hayan hecho una promesa: nunca aceptar la evidencia, nunca aceptar que estuvieron equivocados y dilatar el caso lo máximo posible.
Las cartas para el juego se les fueron terminando: la prueba científica, tecnológica y testimonial es concordante y clara en la reconstrucción de los hechos históricos. Facundo Astudillo Castro no fue víctima de una desaparición forzada. Nadie nunca lo torturó, ni secuestró, ni golpeó, ni acuchilló, ni lo puso en cal, ni lo desmembró, ni plantó su cadáver. Las teorías infinitas se cayeron todas por el rigor científico y, muchas veces, solo por el sentido común. Y hasta el relato mediático construido con los falsos hallazgos del peritrucho Marcos Hererro dejaron de tener rating y cobertura, porque sus mentiras saltaron a repetición en cuanto caso judicial resonante hubo en la República Argentina.
Ahora, como la cosa está cerrada, fiscales y querella comienzan a dar vueltas en círculos y vuelven a pedir medidas que ya fueron realizadas hace más de dos años. Repetir y ganar tiempo es la estrategia. Hasta hora han tenido éxito en eso de “ganar tiempo”.
La última medida solicitada fue volver a pedir un estudio, ya realizado con minuciosidad por el Conicet y IADO-UNS, sobre el comportamiento de las mareas y el lugar exacto de la ría donde murió Facundo.
En su momento intentaron que el informe desaparezca. Es decir, que no sea incorporado al expediente porque sus conclusiones eran demoledoras para la hipótesis querellante. Hasta Casación dijo que era prueba válida y quedó incorporada a la causa.
Tristemente, Eduardo Alberto Gómez, titular del Instituto de Oceanografía y director del informe, murió al momento en que inescrupulosos cuestionaban su honesto trabajo.
Ahora insisten y pretenden que organismos platenses hagan estudios similares. Y, en caso de realizarse, los resultados serán los mismos. Pero se gana tiempo y el Estado gasta plata.
Tiro por la culata. Los propios profesionales convocados para realizar el estudio en el estuario consideraron que “en los informes presentados (IADO) se expone la dinámica general de flujo del agua de manera precisa”.
Pruebas. Una vez más este medio ofrece al lector lo que arrojaron los análisis de los profesionales más importantes de la ciudad en la materia (e increíblemente puestos en duda por la querella).
Uno de los capítulos del libro Operación Facundo, se dedica a desarrollar el informe del IADO-Conicet que revela cómo murió el joven. A continuación, un extracto:
…Además de tener indicios serios, precisos y concordantes, la teoría de los federales quedaría reforzada varios meses después cuando -complementando el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense- se sumaron las conclusiones de un grupo de profesionales bahienses de muy alto prestigio pertenecientes al Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Universidad Nacional del Sur (UNS). Es una institución respetadísima a nivel internacional que se dedica a la investigación científica de todas las disciplinas vinculadas al estudio de nuestro mar.
Los científicos, liderados por el doctor Eduardo Alberto Gómez, realizaron un primer análisis relacionado con los niveles de inundación por marea en la zona del canal de la ría donde murió ahogado Facundo. Lo hicieron en conjunto con sus pares del Servicio de Hidrografía Naval (SHN) y del Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (Cerzos).
Se realizó un trabajo exhaustivo del sitio que involucró la instalación de un mareógrafo de registro continuo frente al sitio del hallazgo, la elaboración de un modelo analítico para la estimación de los niveles de marea específicos y la reconstrucción de los niveles de inundación ocurridos el día 30 de abril de 2020 a partir del perfil topográfico.
En segundo término, se dedicaron a elaborar su hipótesis sobre lo que sucedió con Facundo. “Realizamos un análisis de posibilidades y situaciones partiendo de la base que Facundo Astudillo Castro habría sido dejado en el km 730 de la RN3 desde donde continuó camino hacia la ciudad de Gral. Daniel Cerri y Bahía Blanca por el tendido ferroviario en desuso.
Para tal fin se realizó una recorrida sobre este tendido ferroviario partiendo desde Villarino Viejo hasta llegar al puente localizado más al S con el fin de visualizar el ambiente y estimar velocidad de marcha.
Asimismo, se dan e ilustran estados de la altura de marea e iluminación, habiéndose relevado finalmente un pequeño sector del estuario de Bahía Blanca con drones con el objeto de poder visualizar e ilustrar tipos de sedimentos presentes en el área y reconocer posibles rastros humanos”, señala en sus párrafos iniciales el informe.
Hipótesis de trabajo
Más adelante indican que, “desde la intersección de la RN3 con el tendido ferroviario, caminando habría podido llegar a las poblaciones de General Cerri, Puerto Galván e Ingeniero White sin grandes inconvenientes. Sin embargo, es muy posible que abandonara el tendido ferroviario en forma prematura, quizás por dos razones:
1) Por haber sufrido un accidente al cruzar alguno de los dos pequeños puentes que presenta el tendido ferroviario sobre dos canales de mares.
2) Por haber abandonado las vías en el sector comprendido entre los dos puentes en dirección E-NE, al que denominaremos Islote, ya que en esa dirección se visualizan las poblaciones de Gral. D. Cerri. Puerto Galván, In. White y Bahía Blanca, razón por la que una persona -a nivel del tendido ferroviario- podría suponer que se trata de tierra continua hacia las poblaciones. Sin embargo, hacia el E y NE el tránsito se encuentra interrumpido por la presencia de canales de mares”.
Tarea realizada y resultado
“Con el fin de poder evaluar con mayor claridad las posibilidades mencionadas, se visitó el sector caminando desde Villarino Viejo por unos 2.3 km sobre el tendido ferroviario. Ello permitió tomar las fotografías que aquí se presentan y estimar una velocidad de marcha en el terreno del orden de los 15-20 minutos por km. Desde la intersección de la RN 3 con el tendido ferroviario hay una distancia de 8 km al puente B y 9,6 km al puente D. mientras que el sector de tierra firme entre ambos puentes se encuentra a 9 km, razón por la que es posible estimar que podría haber llegado a estos puntos con escasa iluminación natural, ya que la puesta del sol el 30-04-2020 fue a las 18:21 hs. Debe mencionarse sin embargo que la luna ese día salió a las 18:51 h, en fase próxima a la luna llena, con una iluminación del 98%”.
Por lo expuesto, se decide explorar la opción 2, en la que se plantea que Astudillo Castro habría abandonado el tendido ferroviario en el punto C (Islote) en dirección E- NE guiado probablemente por la iluminación de las poblaciones, encontrándose luego de transitar por aproximadamente 2 km, que el paso hacia el E y el NE se encuentra interrumpido por canales de marea”, describen los científicos.
Y agregan datos duros: “conforme el estudio relativo a alturas de marea solicitadas por la Fiscalía y realizado en forma conjunta por el SHN y el IADO, el 30-04-2020 la bajamar en este sector tuvo lugar a las 17:42 h, con una altura de 0,78 m sobre el nivel de reducción; mientras que la pleamar ocurrió a las 00:56 h del 01-05-2020 con un rango (diferencia entre bajamar y pleamar) de 4,17 m. La máxima velocidad de crecimiento de la altura de marea se da a media marea, habiendo sido del orden de 0.9 m/h a aproximadamente las 20:30 h del 30-04-2020. A modo ilustrativo, en la figura 3 se presenta el área ante diferentes estados de marea, pudiéndose apreciar que el canal ubicado hacia el E presenta agua durante todo el ciclo de marea, mientras que el canal ubicado hacia el N queda en seco durante la bajamar, encontrándose distanciadas las orillas secas N y S a un poco más de metros”.
Conclusión
“Lo antedicho -señalan los profesionales- sugiere que es posible que Facundo Astudillo Castro intentara cruzar por este sector. Sin embargo, el terreno es extremadamente anegadizo, conformado por cangrejales en sedimento cohesivo (arcilloso) en el que fácilmente una persona se puede enterrar hasta la cintura, siendo una situación muy dificultosa poder liberarse si no se cuenta con experiencia previa en este tipo de ambiente. Toda el área interior del estuario de Bahía Blanca, en posición cercana a la pleamar, se encuentra cubierta por sedimentos arcillosos antiguos muy compactos, consistencia que posibilita una gran densidad de cuevas realizadas por el cangrejo cavador. Sin embargo, generalmente en sectores más bajos tiene lugar la depositación de sedimento arcilloso de muy poca consistencia al que los pescadores de la zona denominan “barro molo”, y que por ello no posibilita una densidad grande de cuevas de cangrejos, siendo tales sectores extremadamente difíciles de transitar para una persona. A modo ilustrativo, en la figura 4 se presentan fotografías tomadas en áreas vecinas donde puede apreciarse claramente la dificultad mencionada para transitar por el denominado “barro molo”. Teniendo en cuenta el horario, terreno y estado de la marea, es posible que Astudillo Castro en un intento de cruce no haya podido liberarse a tiempo de la succión que produce este fango, siendo en consecuencia alcanzado y cubierto por la marea creciente.
Para la elaboración de esta hipótesis se considera un escenario en el que FAC pudo haber optado por acortar camino a través del humedal, guiado por las luces de alguna localidad vecina y creyendo que el terreno estaba consolidado como en el islote. Considerando la escasa iluminación, lo fangoso del terreno en ciertos sectores (canales), y el estado de marea creciente, es factible que en un intento de cruzar un canal de marea Facundo haya quedado atrapado por la succión que produce el fango, luchando en vano para zafarse – con el consecuente agotamiento físico – y cubierto por la marea creciente (a partir de las 5:42 PM la marea comenzó a crecer), produciéndose un deceso compatible con el informe pericial (asfixia por sumersión).
El terreno es extremadamente anegadizo, conformado por cangrejales en sedimento cohesivo (arcilloso) en el que fácilmente una persona se puede enterrar hasta la cintura, siendo una situación muy dificultosa poder liberarse. A modo ilustrativo, en la figura 4 se presentan fotografías tomadas en áreas vecinas donde puede apreciarse claramente la dificultad mencionada para transitar por el denominado “barro molo”.
A través de la pericia forense se estima que el cuerpo analizado habría estado disponible para los carroñeros por varios días, siendo 28 días el tiempo mínimo relativo requerido de exposición. Asimismo, del estudio forense no surgen elementos que permitan suponer que los restos humanos hayan estado en otro ambiente distinto al del hallazgo durante el intervalo postmortem.
Considerando esta información pericial, se puede suponer que el cuerpo sin vida de Astudillo permaneció algún tiempo atrapado en el lecho de algún canal fangoso sumergido o semisumergido. Posteriormente, la flotabilidad positiva por efecto de la descomposición sumada a la acción de algún evento de marea con amplitud superior a la media, y por lo tanto con corrientes de mayor intensidad que la habitual, pudo desprender el cuerpo del lecho y ponerlo a disposición de la circulación de las aguas y el viento, hasta depositarlo en el sitio del hallazgo, sitio que a su vez es cubierto por el agua frecuentemente durante mareas de sicigia y tormentas, con niveles de hasta 70 centímetros.
Por otro lado, sería natural que en un intento desesperado por zafar del lodo Facundo se haya desprendido de sus pertenencias. Una mochila o bolso, apenas ingresado al agua tiene la capacidad de flotar en superficie y de ser arrastrado por la corriente durante un tiempo, cuyo tiempo de hundimiento dependerá del material del mismo. Esto podría explicar la razón por la cual la mochila fue hallada en un sitio diferente”.
Fuente: La Brújula 24