La compra ilegal de cuentas de bancarias (CBU) y de billeteras virtuales (CVU) está creciendo en la Argentina, de la mano de bandas criminales que captan a usuarios desprevenidos a través de las redes sociales y que, por poco dinero, les compran sus datos para luego revenderlos a terceros que los usan para cometer fraudes, estafas, lavado de dinero y otros delitos.
El fenómeno de las “mulas bancarias” -personas que, sabiendo o no, ayudan a organizaciones delictivas a blanquear dinero ilegal- no es nuevo, pero parece haber tomado un nuevo impulso en los últimos meses ante la facilidad para abrir cuentas con sólo una foto o video del rostro y del DNI; el contexto económico y la difusión de estos mecanismos en redes sociales.
En las últimas semanas se reportaron múltiples usuarios de Instagram, Facebook y Telegram que ofrecen comprar cuentas de bancos tradicionales (Santander, Galicia, BBVA e Itaú) o virtuales (Rebanking, Openbanking o Brubank), así como de billeteras virtuales (Mercado Pago, Ualá, Prex o Personal Pay) o de empresas cripto (Binance, Lemon, Belo, Let’s Bit o Fiwind).
La falta de educación puede ser la clave para entender la dimensión del problema: una CBU o CVU que es detectada en la comisión de fraude o estafa no sólo es suspendida, sino que su titular queda informado en un registro que comparten todas las empresas financieras.
De esta forma, la persona titular queda inhibida -hasta tanto no se lo remueva del listado- de tomar un crédito, abrir una cuenta bancaria o usar cualquier mecanismo de pago digital en el país.
Distintas empresas del sector reconocieron la dificultad de lidiar con esta modalidad de fraude, ya que son personas reales las que usan sus documentos de identificación oficiales y eligen abrir una CBU/CVU a su nombre para, luego, cederla a otras personas que, con toda seguridad, la usan para fines delictivos.
Fuente: Télam