La vacuna Cruzivax no sólo podrá utilizarse como prevención, sino también de forma terapéutica para aquellos que ya están infectados, a fin de modular la respuesta inmune y proteger de la enfermedad, tanto en solitario, como en combinación con una de las drogas utilizadas normalmente en los tratamientos, el Benznidazol.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) tiene en proceso final de desarrollo una vacuna de última generación de aplicación nasal llamada Cruzivax, que ya se encuentra lista para iniciar la fase de prueba en humanos.
“Esperamos que Cruzivax nos permita desarrollar una estrategia de vacunación profiláctica y otra terapéutica eficaz para proteger de la infección o mejorar la evolución y el pronóstico de individuos que padecen la enfermedad de Chagas”, contó Emilio Malchiodi, investigador UBA/Conicet, profesor titular de Inmunología en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral de la UBA/Conicet y director del proyecto.
El Chagas se transmite a las personas a través de una especie de chinche conocida como vinchuca y el contagio ocurre cuando este insecto defeca en la piel de una persona, lleva a que esta se rasque y permita así la entrada del parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad.
La única forma en que se puede contagiar de persona a persona es a través de transfusiones de sangre, trasplante de órganos, o de una madre a su feto, mientras que otra vía puede ser el consumo de alimentos y bebidas contaminadas con las heces de la vinchuca.
Si bien el Chagas es casi totalmente curable si se trata en las etapas iniciales con medicamentos, el principal problema con esta enfermedad es que muchos desconocen estar infectados durante la etapa en que deberían ser tratados, ya que los 2 a 3 primeros meses son asintomáticos. A la vez, los fármacos utilizados en su tratamiento tienen importantes efectos secundarios en la salud de los pacientes.
La vacuna Cruzivax no sólo podrá utilizarse como prevención, sino también de forma terapéutica para aquellos que ya están infectados, a fin de modular la respuesta inmune y proteger de la enfermedad, tanto en solitario, como en combinación con una de las drogas utilizadas normalmente en los tratamientos, el Benznidazol.
Ya se pasaron las pruebas en ratones, perros y primates no humanos, así como los estudios de producción de los componentes para que se puedan administrar a humanos. También los estudios de seguridad y toxicidad y formulación de la vacuna para administración nasal. Todo esto se presentará en las agencias regulatorias para obtener autorización del estudio de fase I en humanos con el fin de evaluar la seguridad y la dosis.
Fuente: InfoGEI