El premio Nobel de Medicina de este año fue para Katalin Karikó y Drew Weissman, dos científicos que sentaron las bases que permitió el desarrollo de vacunas contra el coronavirus, lo que permitió salir de la amenaza de salud más grave que ha sufrido la humanidad en el último siglo.
Carmen Esandi, docente de genética molecular de la UNS, explicó de manera sencilla la trascendencia del trabajo de los estos investigadores.
“Lo que ellos hicieron fue trabajar con el ARN, que es muy importante para la vida porque para que se sintetice una proteína tiene que haber una molécula intermedia, que es la molécula esa”, dijo en el programa Nunca es Tarde.
Explicó que “no todas las células producen todas las proteínas que necesitamos. Entonces, en algún memento, una célula, por ejemplo, del páncreas necesita producir insulina. Esa la información genética está en el ADN y hay una señal que hace que desde el ADN donde está esa información, ese gen que decimos de la insulina, pase a una molécula de ARN mensajero que sería nuestro protagonista. Y ese ARN mensajero después le indica a la células que sintetice la proteína insulina”.
Esandi detalló cómo este proceso y la investigación de los premiados con el Nobel sirvió para el desarrollo de la vacuna contra el Covid.
“Las vacunas clásicas se hacían así con proteínas, después se empezó a hablar de hacerlas con ADN. Y este es el mayor logro de estos dos investigadores porque ellos dijeron no, por qué no se hacen con ARN mensajero. Su trabajo fue modificar esa molécula para que sea más estable y para que el sistema inmunológico nuestro no lo destruya”, señaló.
Esandi explicó que las vacunas de Moderna y de Pfizer son las que se desarrollaron con esta tecnología. Katalin Karikó y Drew Weissman, venían trabajando con esto desde antes de la pandemia en la búsqueda de una vacuna contra el cáncer.
“Es la primera vez que se usan así mas masivamente y no había casi ensayos clínicos con vacunas de ARN, y la primera vez que se utilizan es en la pandemia”, relató.
Fuente: La Brújula 24