ATE, uno de los gremios estatales con más peso en la provincia de Buenos Aires picó en punta y formalizó un nuevo pedido de reapertura de paritarias al gobierno de Axel Kicillof.
A través de una carta dirigida al ministro de Trabajo, Walter Correa, el gremio que ahora conduce Claudio Arévalo – reemplaza a Oscar «Colo» de Isasi- elevó el pedido para una convocatoria «a la brevedad» a fin de garantizar «la continuidad de la discusión salarial en el marco de la paritaria general 2023 de manera urgente».
«Entendemos indispensable que podamos continuar trabajando en conjunto, entre el Estado provincial y los sindicatos, para sostener una paritaria abierta y permanente que nos permita actualizar los haberes de las y los estatales bonaerenses con el objeto de garantizar que los salarios de los y las estatales no pierdan a manos de la inflación, pero además, logremos recuperar poder adquisitivo salarial” expresa la nota.
En la mima dirección, se manifestó el secretario general electo de ATE bonaerense, Claudio Arévalo, al puntualizar que “es importante retomar la discusión salarial, sobre todo frente al aumento de precios de estos días. Por eso necesitamos continuar recomponiendo el poder adquisitivo de nuestro salario. Sabemos que con este gobierno seguimos recuperando derechos. Estamos a la espera de la convocatoria” dijo.
Un tiempo atrás, se había expresado en igual dirección uno de los gremios docentes. Desde FEB, los maestros advirtieron que “es importante que la convocatoria se realice a principios de octubre para que los tiempos lógicos de negociación permitan que los docentes cobren el aumento en noviembre y no más adelante, lo cual en este contexto inflacionario, significaría una nueva pérdida del poder adquisitivo”.
La discusiones paritarias y el objetivo de ganarle a la inflación
A lo largo de varias instancias en lo que va del año, los gremios estatales y el gobierno de Axel Kicillof acordaron sucesivas revisiones con el objetivo de no quedar desfasados respecto a la suba inflacionaria. El incremento salarial de los trabajadores estatales bonaerenses es del 95% en lo que va de 2023 mientras que la inflación acumulada es del 80,2% hasta agosto, aunque el impacto de los índices de precios septiembre vuelven a poner en foco la necesidad de una nueva instancia de monitoreo.
Las negociaciones paritarias entre los sindicatos y la Provincia tuvo una primera etapa en el primer trimestre del año. Ahí acordaron un aumento salarial del 40% en tres cuotas (20% en marzo, 6% en mayo y 14% en julio). Sin embargo, la inflación mensual fue superior a la esperada y ya en mayo los gremios pidieron adelantar el incremento de julio a mayo.
A mediados del sexto mes del año, las autoridades bonaerenses vuelven a convocar a los sindicatos para monitorear la evolución de las variables. Ahí, la diferencia entre salarios e inflación era de 2,2 puntos en favor de este último: 42,2% vs. 40%.
Para julio la administración de Kicillof propone aumentar los sueldos en un 30% a cobrar en agosto y 15% en septiembre. De esta manera, la suba promedio sería del 85 por ciento para el noveno mes del año. Los sindicatos aceptaron.
En agosto la inflación pegó un salto luego de tres meses de desaceleración. Según el informe del INDEC, el IPC fue del 12,4% y puso en jaque los acuerdos paritarios de la Provincia. En el medio pasaron las elecciones primarias, la devaluación del 22% y la recomposición de los ingresos anunciada por Sergio Massa.
La Provincia se hizo eco de esta nueva coyuntura y, tras algunos días de reuniones y análisis, dio a conocer su propia estrategia: bono y suba extra para septiembre del 10%.
Fuente: Infocielo