El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió una serie de recomendaciones para reforzar las medidas de inocuidad y reducir el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), en el marco del Día Mundial de la Alimentación que se celebró ayer.
Entre las pautas de prevención, se encuentra el control de todos los eslabones de la cadena productiva, los que «tienen un rol que desempeñar para evitar o minimizar los riesgos de contaminación de forma tal que los alimentos resultantes sean seguros y no dañen la salud humana y animal», indicó el Senasa a través de un comunicado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año enferman en el mundo unas 600 millones de personas -casi 1 de cada 10 habitantes- por ingerir alimentos contaminados y que 420.000 mueren por esta misma causa.
Los peligros de enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ser de naturaleza biológica, química o física y suelen ser invisibles, ya que se trata de bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas perjudiciales o elementos ajenos a la elaboración, como plásticos o metales.
Cuando los alimentos no son inocuos, el desarrollo humano de los menores y los adultos se ve interrumpido, aseguró el organismo.
En este sentido, la inocuidad de los alimentos es la ausencia a nivel seguro del peligro potencial de que pudieran dañar la salud de los consumidores de todos los estratos etarios.
Esta cualidad debe garantizar la seguridad alimentaria en cada etapa de la cadena, desde la producción primaria, la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, y la distribución; hasta el final de la cadena, en la preparación y el consumo.
Entre las claves que destacó el organismo para reforzar la seguridad de los alimentos, se encuentra la separación de los alimentos crudos de cocidos, junto con la utilización de equipos y utensilios diferentes (cuchillos, tablas de cortar) para manipular alimentos crudos y cocidos.
Al mismo tiempo, mantener los alimentos a temperaturas seguras, no dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 1 hora, enfriar lo más pronto posible los alimentos cocidos y perecederos, y no descongelar alimentos a temperatura ambiente.
También remarcaron la necesidad de cocinar completamente los alimentos, especialmente carnes rojas, pollos, pescados y huevos; hervir sopas y guisos.
Para carnes rojas y pollos, cuidar que no queden partes rojas en su interior y recalentar completamente la comida cocinada.
A su vez, se indicó usar agua y materias primas seguras como agua de red o potabilizada antes de ser consumida.
Elegir alimentos frescos o procesados como la leche pasteurizada, las frutas y verduras, especialmente si se van a consumir crudas, y no utilizar alimentos después de la fecha de vencimiento.
Además, sostuvieron la importancia de mantener la limpieza: lavarse las manos con jabón entre 40 y 60 segundos antes y durante la preparación de alimentos, y después de ir al baño.
Finalmente, lavar y desinfectar todas las superficies, equipos y utensilios, y proteger alimentos y el área de la cocina de insectos, mascotas u otros animales.
Fuente: Telam