Alguien sostiene un papel. Se lee “cupón de pago” y “arancelamiento universitario”. El membrete tiene el escudo de la Nación, y el nombre del “Ministerio de Capital Humano” debajo de la leyenda “Presidencia Javier Milei”. Se trata de una campaña del centro de estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), pero es parte de una militancia no orgánica que emergió al mismo tiempo en numerosas casas de altos estudios ante la posibilidad de que el candidato de La Libertad Avanza gane el balotaje del próximo domingo. El mensaje es rotundo: No.
En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA avanzan con jornadas en defensa de los valores democráticos y el desarrollo científico, donde cientos de estudiantes y docentes se retratan en el patio con banderas argentinas. Piden por más educación pública, gratuita y de calidad. Hasta crearon un video que se volvió viral: una escena de cómo sería la universidad con Milei presidente, CEOs, materias que cuestan decenas de miles de pesos y una oficina de comercio biológico. Las federaciones FUA y FUBA, que representan a más de 2 millones de estudiantes, no tardaron en pronunciarse. Congregados en la explanada de la Facultad de Derecho exhibieron una bandera gigante: “No al voucher”. En la Universidad de Río Negro apelaron a un video que responde a típicos cuestionamientos de la derecha bajo la frase “con la nuestra”. Termina con un dato central: el 82% de los graduados de la UNRN son los primeros profesionales de sus familias.
Pero no son solo los estudiantes universitarios. Los rectores y rectoras de las universidades nacionales fueron tomando posición, aún sin pertenecer a la fuerza política que representa Sergio Massa. De hecho muchos son más cercanos a la UCR. “La candidatura de Milei y Villarruel es una enorme amenaza para la educación pública en general, y particularmente para todo el sistema científico argentino”, advierte a Tiempo María Beatriz Gentile, rectora de la Universidad de Comahue con sedes en Neuquén y Río Negro. La rectora afirma que el modelo de vouchers que propone La Libertad Avanza ha fracasado en todas partes, incluso en Chile, pero además se trata de un “ataque directo a nuestro ADN como argentinos: la educación que tenemos desde la reforma universitaria de 1918, con la que se consiguió arrebatarle la educación superior a las elites para ponerla al servicio de todas y todos los argentinos, de las clases medias y trabajadoras”. Y acota: “que nos digan cuántos premios Nobel generó un sistema de vouchers y ahí empezamos a discutir”.
Retrocesos, parásitos y vouchers
La mirada privatista y crítica de Javier Milei hacia la educación superior no es nueva. Ya en abril afirmaba que las universidades públicas son «centros de adoctrinamientos». En octubre, tres facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) amanecieron con pasacalles donde se leía la leyenda “Pagá tu universidad, parásito”, con el logo de La Libertad Avanza. El mismo día en un baño de la Facultad de Artes pintaron el rostro de Videla junto a la frase “Videla no hizo nada malo”.
Inmediatamente el Rectorado respondió: “el agravio, la violencia, la descalificación, son las herramientas que sectores antidemocráticos utilizan actualmente, con la clara intención de quebrar los acuerdos sociales de convivencia y de ejercicio de derechos fundamentales, que tanto le ha costado a esta sociedad”.
“El acceso a la universidad pública, gratuita, irrestricta en nuestro país, ha sido motivo de orgullo, modelo de sistema universitario en el mundo y posibilidad real de desarrollo personal y social; ha permitido y permite a miles de argentinos y argentinas impulsar proyectos vitales, que de otra forma no hubieran sido posibles”, acotaron.
Días después salió a pronunciarse el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta, en contra de que se considere a la universidad pública como un servicio mercantil: «cualquier postura que implique el desfinanciamiento de nuestra casa de altos estudios, la privatización del acceso a la educación y el crecimiento de las asimetrías sociales en el acceso a la educación superior, significan retrocesos que como sociedad no podemos obviar. Pensar la educación superior bajo un sistema de vouchers es inaplicable e implicaría la profundización en la desigualdad de quienes pueden ingresar a la Universidad”.
La libertad
“Es una obligación pronunciarnos para quienes ocupamos una responsabilidad institucional de este tipo cuando se dice de manera tan clara y brutal qué es lo que se quiere hacer con la educación pública en general y con las universidades en particular”, manifiesta Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario.
“Se nos plantea (a los rectores) ¿por qué se involucran en la discusión electoral? Porque hay un candidato que pretende un severo retroceso para las universidades públicas y para la sociedad argentina”, afirma.
Desde antes de las PASO, Bartolacci, dirigente del radicalismo, participó de diferentes reuniones con rectoras y rectores unidos por la preocupación ante la propuesta de privatización educativa de La Libertad Avanza. Bartolacci es hijo de inmigrantes y es enfático cuando remarca: “no hubiese sido profesional si no fuera por la universidad pública”.
En septiembre la UNR organizó un festival contra los vouchers. El rector emitió una resolución en la que permitía al estudiantado faltar a clases para asistir al evento, lo cual le valió críticas por parte de los libertarios. “Para esa gente, por ejemplo, las escuelas rurales no tendrían que funcionar porque desde la perspectiva de la privatización podría decir que no son rentables, pero desde nuestra perspectiva no tiene precio que el Estado le garantice a un joven, no importa dónde viva, la posibilidad de acceder a educación”, expresa. El 10 de octubre, el Consejo Interuniversitario Nacional se pronunció por unanimidad en defensa del sistema público.
“Todos (los rectores) compartimos la misma mirada, independientemente de nuestros posicionamientos políticos, y es que son preocupantes los planteos de La Libertad Avanza e impracticables como el sistema de vouchers que ya fue probado en algunos países y fracasó”, destaca Jorge Calzoni, rector de la Universidad de Avellaneda (Undav). Menciona que incluso Gabriel Boris, presidente de Chile, emergió de las movilizaciones estudiantiles en contra de ese sistema.
“Tenemos otros problemas, estamos trabajando en medidas para resolver la retención y el egreso de los estudiantes, pero lo que se cuestiona acá nuevamente está resuelto desde aquella reforma de 1918, desde la ley de no arancelamiento de Perón e incluso con la creación de nuevas universidades a lo largo y ancho del país”, asegura. Y destaca que incluso la virtualización de la educación superior contribuyó a la mayor posibilidad de acceso: “es un debate que realmente atrasa y va contrapelo de lo que se tiene que discutir, nos saca de la discusión sobre el fututo, hablan de libertad y no hay libertad si no todos pueden acceder”.
Una técnica para eliminar el glifosato
Mientras las universidades salen a rechazar un posible gobierno libertario, siguen avanzando con investigaciones y desarrollos de avanzada. Uno es el del equipo que lideran las científicas Lorena Rojas y Yamila Santillán de la Universidad Nacional de Quilmes, que desarrolla un método para descontaminar el agua y los alimentos que contienen pesticidas, en especial el glifosato, que es perjudicial para el ambiente y la salud humana. «Hay muchos estudios que indican que los alimentos que consumimos tienen un nivel de pesticidas bastante alto. Entonces, la idea es poder contribuir a los procesos de lavado de frutas y verduras con estas enzimas que son biodegradables, seguras y liberan a los alimentos de todo el pesticida», afirmó Rojas a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ. Se trata de una especie de polvo que puede agregarse al momento de lavar las frutas y verduras. La técnica de biorremediación, diseñada a base de enzimas, degrada de forma natural el pesticida. Si bien existen sistemas físicos y físico-químicos de remediación para los mismos productos, son costosos, no siempre eficientes y pueden generar más contaminación que la original.
La investigación es realizada en conjunto por el Conicet y la Comisión de Investigaciones Científicas del Gobierno de la Provincia. «Buscamos soluciones sustentables con el ambiente y económicamente viables, es muy difícil trasladar todo este desarrollo a algo que pueda ser aplicable y que pueda sostenerse desde el punto de vista del costo –completó Rojas–. La idea es trasladar al sector productivo lo que estamos haciendo y que la sociedad tenga la posibilidad de consumir agua y alimentos saludables».
Desarrollos claves en salud
Un impacto claro de las investigaciones científicas nacionales se encuentra en el sector de la salud. Así, por ejemplo, se destaca el mamógrafo óptico de investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia (Unicen) y del Conicet. A diferencia de la tecnología habitual, este mamógrafo ofrece mayor comodidad para pacientes, mayor precisión en el diagnóstico y prescinde de la radiación. Así, puede contribuir a la detección temprana de enfermedades asociadas, en especial, del cáncer de mama. Por su bajo costo, el prototipo Mamoref, una vez escalado, será accesible para todas las instituciones sanitarias municipales y provinciales.
Otra investigación innovadora se desarrolla en la Universidad Nacional de Moreno, donde un equipo científico trabaja en una terapia celular experimental para tratar el daño renal causado por la diabetes. Esta es una de las principales causas de muerte en pacientes en fase terminal. Y en Argentina hay más de 30 mil pacientes en diálisis y más de cinco mil esperan un trasplante de riñón. El estudio emplea un tipo de células madre denominado MUSE, que se extrae del cordón umbilical. Por su alta capacidad regenerativa, posibilitarían la reparación del tejido de los riñones dañados.
Otra mención merece la investigación de la Universidad Nacional de Quilmes, Conicet y la Agencia Nacional de Laboratorio que elabora un método de detección temprana para el Virus del Papiloma Humano (VPH o HPH) que causa el cáncer de cuello de útero. Esta opción con impronta local permitiría reemplazar a los insumos importados que se utilizan en la actualidad.
Los satélites universitarios
La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se encuentra en proceso de fabricación de un satélite que podrá realizar observaciones atmosféricas y del suelo. Se llama USAT I y se trata del primero del programa Satélite Universitario de esa alta casa de estudios. «Pesa alrededor de cuatro kilos y sus medidas son diez por diez por 34 cm, similar al tamaño de un pan lactal», declaró a la Agencia de la UNQ, Sonia Botta, ingeniera del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Facultad, a cargo de la coordinación del proyecto.
El satélite tiene como objetivo demostrar el funcionamiento del sistema GNSS, herramienta destinada a la navegación, determinación orbital y mediciones mediante la técnica de radio-ocultación. Botta explicó que el GNSS es una forma genérica de llamar a todas las constelaciones satelitales que están destinadas al uso en navegación. Un ejemplo conocido es el GPS. «Con nuestro receptor GNSS vamos a poder detectar señales de GPS que viajan a través de la atmósfera y de la tierra», aseguró.
En septiembre del año pasado, el USAT I atravesó con éxito la Revisión Crítica de Diseño (CDR), un paso fundamental para dar inicio a su construcción. En la actualidad se encuentran en proceso de compras de materiales para arrancar la construcción del modelo de vuelo. «Estamos en un estado bastante avanzado donde esperamos que próximamente podamos tener un modelo de vuelo completo para empezar a hacer todos los ensayos finales que se requieren para ir al espacio», afirmó Botta. ¿Qué fecha de lanzamiento estiman? Entre octubre y noviembre de 2024, si el país sigue invirtiendo en universidades, ciencia y tecnología.
Fuente: Tiempo Argentino