El denominado “Reloj del Fin del Mundo”, un medidor de amenazas y catástrofes que conducirían a la humanidad a su fin, ha otorgado nuevos indicios de aceleración de la destrucción del planeta tal como lo conocemos.
Los segundos y minutos de este reloj miden la cercanía al final de los tiempos. Por ejemplo, en 2018 se movió “un minuto” con respecto a 2017. Hoy en día, los científicos anunciaron que nos quedan “90 segundos para la medianoche”, lo que indica que cada vez estamos más cerca de la disolución de la humanidad.
Actualmente, hemos llegado a un punto del reloj nunca antes transitado. “90 segundos para la medianoche” es lo más cerca que hemos estado del fin de los tiempos tal como los conocemos. No obstante, la oscilación entre la “hora” que marca el reloj aumenta o disminuye con el paso del tiempo, dependiendo de las situaciones atravesadas en ese período.
Por ejemplo, cuando hay una guerra o un desastre natural, el tiempo se acelera e indica que nos conducimos a la culminación de la especie. Sin embargo, si se realizan tareas significativas por la paz y el medio ambiente, el reloj deja de avanzar y nos brinda más tiempo como seres en este planeta.
El Reloj del Fin del Mundo o Reloj del Apocalipsis es un reloj simbólico en el que, cada cierto tiempo, el comité de científicos atómicos ajusta el riesgo para medir una catástrofe global. Cuando más cerca estén de las 12 de la noche las manecillas imaginarias, mayor es el peligro de sufrir un desastre que ataque nuestra supervivencia.
Entre 2020 y 2022, el reloj estuvo a 100 segundos de “las 12?. Ahora, está situado a “90 segundos”, la hora más cercana desde su creación. Los expertos consideran que vivimos en una época de peligros sin precedentes y esto es debido a varias causas. La invasión de Rusia a Ucrania, el riesgo de la escalada nuclear, las amenazas de nuevas pandemias, el mal uso de las tecnologías disruptivas, la desinformación propagada por ciertos estados y el impacto del cambio climático, son algunas de ellas.
Si el reloj llega “a medianoche” significa que se produjo algún intercambio nuclear o climático catastrófico que podría acabar con la humanidad. Estos sucesos llevarían a la especie a su fin cuando se declaren irreversibles, es decir, que haga lo que se haga, no se pueda revertir la situación que se atraviesa.
La historia del Reloj del Fin del Mundo data de 1945, cuando un grupo de investigadores que trabajaban en el Proyecto Manhattan en la Universidad de Chicago creó The Bulletin of Atomic Scientists, una revista para alertar a la sociedad sobre los peligros que conllevan los desastres nucleares y el cuidado que requiere el medio ambiente.
La gente descree de su razón de ser desde la Guerra Fría, suceso que muchos consideran el comienzo del fin de la humanidad. Sin embargo, el desmantelamiento de los enfrentamientos entre Rusia y Estados Unidos condujeron al reloj a una pacificidad momentánea que hizo que el este se mantuviera en su eje. Hoy en día, el reloj está en 11:58:30, es decir, que se ha adelantado 10 segundos desde la última actualización en 2022.
Fuente: La Nación