El Gobierno decidió eliminar el programa Potenciar Trabajo y crear otros dos nuevos planes para continuar con la asistencia que se brinda, pero quitar del proceso a los intermediarios, como los movimientos sociales y municipios, que actualmente demandan una inversión de unos 34 millones de dólares al año.
La medida se confirmó a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial y que lleva las firmas del presidente, Javier Milei, y de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, aunque los detalles se conocerán en una Resolución que estará en los siguientes días.
Las autoridades nacionales resolvieron terminar con este plan, al considerar que el mismo está “mal diseñado” y que durante el tiempo en el que estuvo vigente no cumplió con los objetivos para los que fue creado.
De hecho, según un relevamiento hecho por la cartera que conduce Petovello, de las aproximadamente 1,4 millones de personas que se encuentran registradas en este programa, tan solo el 1,3% termina consiguiendo empleo, por lo que la mayoría de las salidas de beneficiarios se deben a incompatibilidades de ellos con la asistencia (viajes al exterior o un salario registrado, por ejemplo), o jubilación o fallecimiento.
En este sentido, los nuevos funcionarios consideraron que ya existen otras iniciativas en el Estado que son más eficaces, por lo que, tras el análisis, decidieron eliminar el Potenciar Trabajo y reemplazarlo por dos nuevos planes.
Uno de ellos se llamará “Volver al Trabajo” y dependerá de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que encabeza Omar Yasin, mientras que el otro, denominado “Acompañamiento Social”, será una asistencia que gestionará la Secretaría de Niñez y Familia, la cual está en manos de Pablo de la Torre.
Al respecto, fuentes oficiales precisaron a este medio que la intención es segmentar a los beneficiarios actuales del Potenciar Trabajo en dos categorías, los que tienen mayor probabilidad de conseguir un puesto laboral en el corto plazo y aquellos que se encuentran en una situación más complicada.
Además, una vez que ingresen al nuevo programa, dejará de ser obligatorio que cumplan con tareas específicas, como pintar o barrer en espacios públicos, sino que solamente se les pedirá que completen diferentes cursos de capacitación.
Al respecto, las autoridades nacionales remarcan que, de esta manera, el Gobierno prescindirá de las denominadas unidades de gestión, que son organismos de distinto tipo que se encargan de controlar que los beneficiarios de los planes cumplan con las contraprestaciones.
Fuente: Infobae