En las últimas horas especialistas comenzaron a alertar acerca de la llegada de una potente tormenta geomagnética, que podría dar lugar a la mayor tormenta solar registrada: qué significa y cómo afecta a la Tierra.
Según explicó la Doctora en Físicas Mar Gómez ,»una mancha solar, llamada AR3664, ha estado enviando varias llamaradas solares estos días, pero este pasado 9 de mayo envió una llamarada de clase X, la más potente de todas ellas». La misma, reveló, está unicada actualmente en el cuadrante inferior derecho del Sol.
Dicha mancha, aseguran, es tan grande que se puede ver desde la Tierra sin necesidad de ampliar la superficie del Sol (pero sí es necesario usar protección y filtros adecuados).
¿Cómo afecta a la Tierra la tormenta geomagnética?
«Ahora mismo está previsto que entre este 10 y 12 de mayo se den tormentas solares G1 a G4», señaló la especialista y agregó que se prevé que la primera llegue este viernes por la noche y que se ha emitido esta alerta de tormenta geomagnética severa (G4) por primera vez desde comienzos de 2005.
En este sentido, Gómez explicó que una tormenta geomagnética G4 es la segunda de mayor potencia que existe. Ahora bien, en cuanto a las consecuencias la Doctora en Físicas señaló: «Aparte de preciosas auroras boreales, pueden darse apagones de radio de onda corta en el lado iluminado por el sol en la Tierra, de hecho, ya se ha producido en algunas zonas de Europa y África. Y están previstos más apagones».
El antecedente: El evento Carrington
De acuerdo a la especialista, esta mancha solar de gran tamaño compite con la que dio lugar a la gran tormenta solar que data de 1859 y conocida como evento Carrington.
En ese momento, el fenómeno destruyó las telecomunicaiones (los telégrafos) y creó auroras boreales que se vieron en latitudes tan bajas como Jamaica o Cuba.
«Una tormenta solar como la registrada en el evento Carrington suele suceder cada 40-60 años y todavía no ha sucedido así que no es descartable que algo así podría pasar», aseguró Gómez y alertó aceca de que si llega a ser similar a la de 1851 pondría en peligro a los astronautas de la EEI y alteraría las comunicaciones de radio de alta frecuencia y GPS.
Fuente: InfoCielo