A sus 46 años, el Agente Civil Gustavo Santa Cruz forma parte del Cuartel de Bomberos de la División Bomberos de la Base Naval Puerto Belgrano y de la Asociación Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
El 2 de junio se celebra el Día Nacional del Bombero Voluntario en honor a la fundación del primer cuerpo en La Boca, en 1884. Esta fecha es un homenaje a todos aquellos héroes silenciosos que arriesgan su vida para combatir el fuego, como el Agente Civil Gustavo Santa Cruz, quien hace 17 años es bombero voluntario.
Gustavo se desempeña actualmente como subayudante en la asociación puntaltense, mientras que en la División Bomberos de Puerto Belgrano es el encargado de incendios.
A los 18 años ingresó a la Armada Argentina; primero como Marinero Tropa Voluntaria. “Estuve 10 años en el Batallón de Infantería de Marina N° 2. En ese tiempo tuve la oportunidad de participar de las Misiones de Paz de las Naciones Unidas en las Repúblicas de Chipre y Haití”, destaca.
“Además de la experiencia que tuve en las misiones, ser Marinero de la Infantería de Marina me formó como la persona que soy. Tuve una familia y una profesión gracias a aquello”, relata.
Cumplido su período como Marinero Tropa Voluntaria, a los 28 años se hizo bombero –que consideraba su vocación desde chico– ingresando en la Asociación Bomberos Voluntarios de Punta Alta, y combinó su voluntariado con el trabajo de albañil en la ciudad.
“Desde muy pequeño me gustaba todo lo relacionado a esta profesión. De grande, tuve la oportunidad de conocer más por mi suegro, quien también era bombero. En aquel momento cumplí con todos los requisitos de ingreso y actualmente soy subayudante en la Asociación”, expresa.
Al Cuartel de Bomberos de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB) ingresó en octubre del 2015. “Soy encargado de incendios, es decir, mi rol es guiar a la dotación para realizar las tareas durante los siniestros”.
Respecto a su rutina de trabajo en Puerto Belgrano, Gustavo cuenta que se adiestran en escenarios de incendios estructurales o en buques. Además, supervisan diferentes ejercicios realizados en los destinos de la BNPB.
Tanto los bomberos civiles como los militares de la División Bomberos realizan otros cursos para su formación permanente: pre-hospitalarios básicos, propuestos para una primera atención sanitaria; de materiales peligrosos, explosivos e inflamables; de rescate varios, por ejemplo, en aeronaves; y de asistencia a la víctima.
Orgulloso de su profesión, Gustavo remarca: “El trabajo en equipo es fundamental para llevar a cabo nuestra actividad. También es muy positivo que el Cuartel de BNPB y la Asociación de Punta Alta realicen actividades en conjunto para combatir incendios grandes”.
De los 14 bomberos civiles que integran el cuartel de la base, casi todos son voluntarios fuera del ámbito militar. “Me parece importante destacar que la gente nos recibe siempre muy bien, nos respeta mucho y es muy agradecida”.
Gustavo nació en Punta Alta, es hijo de María y Alberto, y el hermano mayor de Martín, Patricia, Alexis y Jésica. Durante su infancia y adolescencia vivió en el centro de la ciudad y en el Barrio Luiggi 2.
Actualmente reside en el Barrio Nueva Bahía Blanca; lo hace desde que conoció a su esposa Laura, con quien tuvo a sus hijos Facundo, de 24 años; Ailén, de 20, y Tomás; de 16.
Asistió a la Escuela Primaria N° 1 “Leonardo Rosales” y realizó sus estudios secundarios en dos colegios: la “Media 1”, Escuela de Educación Secundaria N° 1 “Ingeniero Luis Luiggi”; y en el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), de Coronel Rosales.
Gaceta Marinera – Mar Adentro