Como un efecto directo de la caída del empleo que el Indec publicó esta semana, el Banco Central informó que, solo en abril, se cerraron 65.532 cuentas sueldo. Desde diciembre de 2023 se cerraron más de 330.000 cuentas que se usan para la acreditación de salarios.
El dato responde al informe mensual de Entidades Financieras publicado por el Banco Central y coincide con el efecto que provoca la recesión en el deterioro del empleo. Detalla que de las 10.166.491 cuentas existentes que había en marzo, quedaron 10.100.959 en el cuarto mes del año.
Al ir un poco más atrás en el tiempo, la estadística interanual marca una clara diferencia de tendencia: es que entre diciembre 2022 y mismo mes de 2023, hubo un marcado crecimiento en las aperturas de cuentas sueldo de un total de 298.715.
La estadística del Banco Central registra cada mes cuántas cuentas sueldo tuvieron acreditaciones, es decir, recibieron dinero por parte de los empleadores. Y suele tener un efecto estacional en el mes de enero: muchas empresas suelen pagar el salario de diciembre antes de las fiestas de fin de año, junto con el aguinaldo. En ese caso, la cuenta no registra ingresos durante enero. Pero esa estacionalidad se subsana de inmediato en el mes siguiente.
La pérdida de cuentas sueldo se registró tanto en bancos públicos nacionales, provinciales y municipales como en bancos de capital extranjero. Tan sólo hubo un repunte de 30.000 cuentas en bancos privados de capital nacional. Desde diciembre, los bancos públicos nacionales perdieron 20.410 cuentas sueldo; los públicos provinciales 120.413 cuentas; y 78.658 los bancos privados nacionales. Los de capital extranjero perdieron 94.371 cuentas sueldo desde diciembre del 2023. Solo el Banco Nación perdió 36.335 cuentas desde diciembre.
El masivo cierre de cuentas sueldo tiene correlato con los datos de empleo, que señalan un aumento del desempleo en los primeros meses como resultado del fuerte ajuste fiscal y monetario implementado por el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente Javier Milei.
De acuerdo a los reportes oficiales, el desempleo alcanzó al 7,7 por ciento de la población económicamente activa en el primer trimestre del año, y creció 0,8 puntos por encima del 6,9 por ciento de un año atrás. En apenas tres meses (desde el último dato disponible del cuarto trimestre del 2023), el desempleo aumentó de 5,7 a 7,7 por ciento, lo que significa una pérdida de 404 mil puestos de trabajo desde que asumió Javier Milei. El sectores que más sufrió pérdida de empleo entre 2023 y 2024 fue la industria manufacturera, que es uno de los sectores que mayor cantidad de empleos formales (y, por lo tanto, cuentas sueldo, genera).
En esta linea, un informe privado de la consultora Orlando J Ferreres & Asociados reveló que la producción industrial cayó 9,8 por ciento interanual en mayo y acumula una baja acumulada en en los primeros cinco meses del año de 9,2 por ciento. Las mayores disminuciones en la comparación anual se produjeron en Maquinaria y Equipo (-23,8 por ciento), Minerales no metálicos (-25,8 por ciento), y metales básicos (-33,5 por ciento).
Y también tiene que ver con otro dato que salió esta semana: la caída de la actividad. En el primer trimestre de 2024, el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina se derrumbó un 5,1 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En tanto, en relación al cuatro trimestre del año pasado, el PBI cayó en 2,6 por ciento. Como si fuera poco, la tasa de desocupación subió dos puntos en los primeros tres meses del 2024 y trepó al 7,7 por ciento, una destrucción del empleo que no se observaba desde el inicio de la pandemia.
Según el Indec, los rubros más golpeados por la recesión fueron la Construcción (-19,7 por ciento interanual), la Industria manufacturera (-13,7 por ciento) y las actividades de Intermediación financiera (-13 por ciento). Por otro lado, creció el sector de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura con un 10,2 por ciento interanual, en gran medida, por los valores que había dejado la sequía del 2023. El consumo privado se desplomó un 6,7 por ciento en comparación con el mismo trimestre del año anterior, mientras que el consumo público cayó un 5 por ciento en el mismo periodo. La inversión bajó un 23,4 por ciento interanual.
Fuente: Página 12