Los médicos que rindieron el examen único de residencias fueron un 15% más que en 2023, según los datos que publicó este miércoles el Ministerio de Salud, pero estos números muestran que el estado actual del sistema de salud no cambiará mucho.
Siguiendo la tendencia de los últimos años, seguirá siendo acalorado el debate sobre los aspirantes de otros países que vienen a la Argentina para hacer la residencia médica y que, terminados esos años de posgrado, vuelven a su país. En paralelo, persiste el otro gran problema: la oferta y la demanda en las distintas especialidades médicas.
Donde más faltan médicos, la demanda de cargos es baja (quizás la responsabilidad sea mucha en comparación al estímulo ofrecido). Al revés, en aquellas especializaciones con staff menos menguante, el deseo de participación sobra. Es lógico deducir, en algunos de estos últimos casos, un interés mayor por el incentivo económico adicional que el área profesional en cuestión es capaz de ofrecer.
Desde el ministerio explicaron que este año (y ya había ocurrido el anterior) no se hizo un “corte” sino que se confeccionó un orden de mérito con todos los aspirantes adentro.
Quiere decir que no hubo reprobados sino solamente personas con peor nota, quienes -claro- no tendrán la libertad de elegir la residencia que querían hacer. Quizás las circunstancias los lleven a flexibilizar su deseo (el ministerio asegura que intentará que eso suceda) o, en cambio, desistan de participar en este posgrado de formación rentado que ofrece el Estado.
Por lo pronto, el orden de mérito publicado por el Ministerio de Salud reveló que son 4.890 los recibidos en Medicina que se presentaron a dar el examen buscando entrar a, 1) alguno de los 7 hospitales nacionales 2) alguno de los muchos hospitales del país que tienen un aporte económico de Nación o, 3) alguno de los hospitales porteños o bonaerenses (incluyendo ciertos establecimientos privados), ya que esas dos jurisdicciones tienen un convenio con Nación para el concurso de residencias.
Residencias médicas: la manta corta del sistema de salud
Si uno sumara a quienes aplicaron a otras profesiones de la salud -como Enfermería o Bioquímica- del llamado Concurso Unificado de Residencias participaron 11.000 aspirantes, pero (vale la pena repetirlo), casi 6.500 fueron de Medicina, y 4.890 aplicaron para los establecimientos dependientes, vinculados o en convenio con Nación. Ahora bien, ¿cuántas vacantes hay para estas personas?
El ministerio compartió con este medio algunas planillas con información variada y en algún caso mínimamente divergente respecto de las vacantes. Obviando algún que otro ruido administrativo y según los cálculos de Clarín en base al recuento de 45 especialidades médicas (dentro de la red nacional mencionada), los cupos llegan al menos a 4.556.
Si “oferta” y “demanda” estuvieran sincronizadas en un match casi perfecto, 334 personas se quedarían “afuera” y el resto encontraría un puesto como residente médico.
Tal sincronización no existe, o solo existe para para el caso de oncología, especialidad que tenía 31 puestos disponibles y recibió 31 solicitudes.
Fuentes ministeriales reconocieron que va a seguir habiendo problemas de cupos sin cubrir, por ejemplo en áreas como “pediatría y clínica, donde se precisa más fuerza de trabajo y hay más cupos que aspirantes”, adelantaron.
En el ministerio confían en los enroques que se puedan generar en un par de instancias oficiales (en septiembre y octubre), que permitirán que quienes, por quedar abajo en el orden de mérito, no obtuvieron la residencia que querían, puedan “recalcular” sus objetivos.
Esto es, elegir una localidad o jurisdicción distinta de aquella a la que apuntaban o pegar un volantazo hacia una especialidad diversa de la que les interesaba. O, por qué no, las dos cosas.
Especialidades médicas con demasiados aspirantes
Pensando en esos que deberán recalcular, varios serán de dermatología, especialidad que tiene 261 interesados pero solo 35 lugares. A cirugía general le pasa algo similar: se presentaron 512 aspirantes para 304 cupos, proporcionalmente parecido a lo que pasa con cirugía general pediátrica: hay 53 médicos que esperan cubrir 26 vacantes.
En anestesiología la cosa no es mejor: 433 aspirantes, pero hay menos de la mitad de vacantes (203). En ortopedia y traumatología aguardan entrar 347 residentes, pero hay 246 lugares; una relación parecida a la de cardiología: 298 médicos para 204 “butacas”.
Otras áreas donde sobran los interesados son endocrinología (la relación es 68/19), diagnóstico por imágenes (318/172), otorrinolaringología (162/42), neurocirugía (124/34), urología (152/54) y gastroenterología, especialidad que despierta el interés de 131 nuevos médicos, pero el sistema nacional solo precisa 38.
Residencias médicas: los puestos que pocos quieren agarrar
A la inversa, donde más harían falta profesionales, faltan. Muchas de las especialidades enumeradas a continuación son críticas, ya que atajan algunas de las patologías más prevalentes en la actualidad, desde enfermedades infectocontagiosas hasta las crónicas no transmisibles (diabetes, hipertensión, problemas cardíacos).
Para la categoría “medicina general y/o medicina de familia” se precisaba cubrir 415 puestos, idealmente, pero se presentaron 100 personas. En clínica médica, la cosa no es mejor. La necesidad era sumar 613 profesionales. La realidad ofreció 256. Es la misma lógica que en pediatría, un área -hace años- con un faltante crítico de profesionales: 388 profesionales están interesados en hacer esa residencia, pero la necesidad del sector era cubrir casi el doble de puestos: 759.
En otras dos áreas centrales, terapia intensiva y emergentología, pasa lo mismo. En la primera hay 105, pero se precisaban más del doble (256). En la segunda, la demanda de puestos es de solo un tercio: 30 personas para un cupo de 96. Y si uno mira anatomía patológica, por ejemplo, es igual: se ofrecieron 44 personas, pero se precisaban 71.
En otras especialidades las cifras son más chicas, pero el impacto de faltantes puede ser grande. Un caso es nefrología, con una relación de 25/40. Además están infectología, con 24/42; hematología, con 14 ofrecidos pero 30 puestos; neumología, con una relación de 33/40; geriatría, para la que solo se ofrecieron 4 pero se necesitaban 10; y en la muy delicada especialización de radioterapia hay 8 lugares, pero solo 4 interesados.
Fuente: Clarín