Luego de la histórica epidemia de dengue que azotó al país en los primeros meses del año, las provincias profundizan las políticas preventivas con el objetivo de llegar preparadas al verano, la estación donde se registra la mayor proliferación del mosquito aedes aegypti.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, entre fines de julio del 2023 y mediados de abril del 2024 se registraron 301 muertes por dengue en la Argentina, con un pico de 56.398 casos en la semana 12 del año. La epidemia tuvo su centro en el norte, que fue la región más afectada.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mayor número de casos de dengue a nivel mundial se registró el año pasado, con un máximo histórico de más de 6,5 millones y más de 7.300 muertes en 80 países.
En su último Boletín Epidemiológico Nacional, publicado este lunes, la cartera sanitaria nacional comunicó que solo cuatro provincias registraron casos: Formosa, Santa Fe, Chaco y Corrientes. El informe apunta también que los casos acumulado en 2024 representan 3,35 veces más que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior -2022/2023- y 8,52 veces más que lo registrado en el mismo período de 2019/2020.
Haciendo caso a estos datos, los gobiernos apuran la compra de vacunas, la inmunización de sus trabajadores esenciales y las campañas de prevención. Córdoba, Tucumán, Chaco, Santa Fe, Salta y Misiones son algunos de los distritos que llevan adelante medidas en ese sentido.
Entre las provincias pioneras en la vacunación contra el dengue, Misiones y Salta ocupan la delantera. Ambas iniciaron campañas a principios de abril, a contramano de Nación. “Tuvimos un brote bastante largo, que se inició en diciembre. Nos golpeó con mucha fuerza, no solo por la cantidad de casos, sino también por el tiempo. Ahora llevamos un mes sin casos, desde que dimos terminado el brote”, explicó a Ámbito el ministro de Salud misionero, Héctor González.
El funcionario consideró que fue un acierto avanzar en la inmunización de la población provincial, pero aseguró que la vacuna es una herramienta más, “sin olvidarnos de lo que hay que hacer, que es eliminar los criaderos de mosquitos”. “La vacuna tuvo buena aceptación, lo que pasa es que estábamos en medio de un brote. Por ahí había gente que tenía turno para vacunarse, pero estaba enferma y tenía que esperar un tiempo. Aprovechando que ahora no hay casos, seguimos avanzando con esa parte”, contó.
Fuente: Ámbito