El Gobierno decidió flexibilizar la importación de motocicletas desarmadas para reducir costos y mejorar la competitividad en el mercado local. La medida busca permitir que las terminales ensambladoras accedan a componentes importados con mayor facilidad, reduciendo la presión sobre los precios finales al consumidor.
Esta decisión surge en un contexto de tensiones económicas y desafíos para la producción nacional, donde el 98% de las motos comercializadas en el país se ensamblan localmente. Las autoridades destacan que esta flexibilización apunta a mantener la oferta en un mercado con una creciente demanda, aunque persisten problemas con los pagos al exterior y la aprobación de licencias, lo que genera incertidumbre para el sector.
Fuente: TN