El subcomisario Martín Ñancucheo y Ángel «Harry» Gallardo, integrantes de la banda de los robacables, pidieron este lunes a través de sus abogados defensores el juicio abreviado, que conlleva la admisión de la autoría de los ilícitos. Asimismo definieron con la fiscalía montos de las condenas -menores a las que podrían recibir en un debate oral y público-, pero todo quedó a consideración de la jueza Claudia Fortunatti, quien deberá resolver si homologa o no el acuerdo entre las partes.
El policía está acusado de darle protección a la banda que lideraba «El Harry» Gallardo, quien tenía entre los integrantes de la banda a un hijo que murió electrocutado entre la noche del 6 y madrugada del 7 de mayo del 2024. Las maniobras de la organización delictiva quedaron al descubierto cuando cuatro de sus integrantes, llegaron muertos al Hospital Municipal en la caja de una camioneta.
Ñancucheo fue situado en el escenario de los hechos por un arrepentido tanto la madrugada en la que se produjeron las electrocuciones como en los preparativos previos al frustrado robo a la vera de la Ruta 33. De hecho, olvidó su handie policial y lo intentó recuperar después que la camioneta con los cadáveres, quedó estacionada en la puerta del centro de salud de calle Bravard. Y de Gallardo se reunieron elementos que permitirían demostrar que era el jefe y organizador de la banda.
“El Harry”, al prestar declaración en sede judicial asesorado por el Dr. Maximiliano De Mira, admitió que estuvo en el lugar junto al resto de los mencionados en el expediente, pero aseguró que el negocio del robo y reducción de metales era de su hijo Fernando, fallecido en la incursión delictiva. Este lunes, De Mira pidió para su representado una pena de 5 años de prisión.
El estudio de los doctores Bárbara Sager y Leonardo Gómez Talamoni, que asiste a Ñancucheo, firmaron un acuerdo que incluye una pena de 6 años de cárcel. A la acusación de robo agravado en despoblado y en banda, se le agrega su condición de funcionario policial.
Fuente: La Brújula 24