En medio del creciente malestar por la situación de los jubilados, el oficialismo juega al desgaste en el Senado. Luego de que Diputados diera media sanción a un proyecto que prevé un aumento del 7,2% en haberes, un bono de $110 mil para los más vulnerables y la prórroga de la Moratoria Previsional, el Gobierno busca frenar el impulso opositor.
La propuesta, respaldada por Unión por la Patria (UxP) y otros bloques, fue votada incluso con el apoyo de algunos radicales y legisladores provinciales, dejando a La Libertad Avanza sin margen para bloquearla en la Cámara baja.
En el Senado, sin embargo, la historia es otra. Con apenas seis senadores propios, el oficialismo intenta ganar tiempo evitando el llamado a comisiones clave como Presupuesto y Trabajo. Ezequiel Atauche y Bartolomé Abdala, alfiles del Gobierno en la Cámara alta, estrecharon vínculos con la Casa Rosada para dilatar el debate, mientras Victoria Villarruel, vicepresidenta y titular del Senado, permanece al margen. La visita prevista de Guillermo Francos al Congreso el 25 de junio aparece como excusa perfecta para patear la discusión hacia julio.
Desde la oposición, la senadora Carolina Moisés fue clara: «Nuestros jubilados no pueden seguir siendo el ajuste del déficit cero de Milei». En paralelo, UxP, que ya cuenta con 34 bancas, se mueve para sumar los tres votos que le faltan para aprobar el proyecto. La senadora Nora del Valle Giménez adelantó que el interbloque lo votará sin cambios, defendiendo la propuesta que se financiaría con nuevos tributos a directivos de empresas, fondos reservados y SGR.
Con los números ajustados y el PRO dividido, el oficialismo apuesta a desactivar la bomba mediante dilaciones o, en última instancia, con el veto presidencial que ya asoma como carta bajo la manga. Mientras tanto, los jubilados siguen esperando una mejora concreta, atrapados entre la pulseada política y la motosierra del ajuste.
Fuente: TN