Este mediodía, (por ayer jueves), en el monumento a los Caídos y Veteranos de la Guerra de Malvinas (VGM) de la ciudad de Puerto Madryn, se llevó a cabo el acto central conmemorativo por el 43 aniversario de “El día que Madryn se quedó sin pan”.
Estuvieron presentes en la ceremonia los Comandantes de la Flota de Mar, Contraalmirante José Alberto Martí Garro, y de la Infantería de Marina, Contraalmirante Javier Pedro López, el Intendente municipal, Gustavo Sastre y el Presidente del Centro de Veteranos de Puerto Madryn y Director Municipal de Veteranos, Daniel Belmar; invitados especiales y público en general.
Luego de la presentación de las Banderas de Ceremonia, presididas por la Bandera del Centro de Veteranos, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino.
A continuación, se reconoció a la instrumentadora quirúrgica VGM Silvia Barrera otorgándole un diploma y la declaratoria como “Huésped de Honor de la ciudad de Puerto Madryn”, junto a una medalla conmemorativa, las cuales agradeció con emotivas palabras.
Silvia Barrera es la mujer más condecorada en la historia de las Fuerzas Armadas, y participó este año de los festejos conmemorativos del “Día que Madryn se quedó sin pan” con diversas charlas y conferencias. Luego de 43 años pudo volver a recorrer el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, donde prestó servicio durante la guerra.
El acto continuó con las palabras alusivas del Director Municipal de Veteranos Daniel Belmar, de integrantes del Centro de Veteranos de Puerto Madryn y del Intendente Gustavo Sastre que expresó: “Aquel día, un nutrido grupo de soldados regresaban a tierra firme después de haber luchado de pie… y de pie volvieron. Esta ciudad, nuestra ciudad, los recibió como héroes y trataron de calmar su sed y saciar su hambre. Puerto Madryn se quedó sin pan, es cierto. Y volvería a quedarse sin pan todas las veces que fuera necesario.”
Tras estas palabras, se presentó la “Cápsula del Tiempo Malvinas”, un proyecto trazado entre el Centro de Veteranos de Guerra, las empresas Aluar y Metalúrgica Daniele, y referentes municipales, que contiene objetos, escritos y documentos de los veteranos y los familiares de los héroes, con la intención de preservar en el tiempo el legado Malvinas.
La misma fue desarrollada en acero inoxidable de grado marítimo, en una aleación de acero austenítico (considerado de los más duraderos por su resistencia a la corrosión) y contiene también una brújula simbólica cuyas manecitas apuntan a Malvinas y fueron confeccionadas por la Armada con restos del destructor ARA “Santísima Trinidad”, nave insignia de la recuperación de las islas.
Cabe destacar que la “Cápsula Malvinas” fue declarada de interés por la Legislatura de la Provincia de Chubut y será abierta en 2082, cuando se cumplan 100 años de la guerra, en sintonía con la depositada en Ushuaia, capital de Malvinas.
El día que Madryn se quedó sin pan
Hace 43 años, los vecinos de Puerto Madryn se amucharon frente al muelle Almirante Storni de la ciudad tras el arribo del buque británico HMS “Canberra”, que trasladó a más de 4100 soldados argentinos que acababan de combatir en las Islas Malvinas. Fue el 19 de junio de 1982, apenas cuatro días después del fin de la guerra.
Llegaron extenuados, tras meses de frío extremo, insomnios, y un dolor sin lugar, de esos que duelen por todas partes. En pocas horas salían del puerto los camiones que los trasladaban para remitirlos a otras locaciones en Trelew, desde donde los volverían a trasladar a El Palomar, en Buenos Aires, y de ahí a Campo de Mayo.
La gente se acercó al puerto y comenzó a avivarlos y aplaudirlos. Fue entonces que aquella reacción espontánea de la gente reunida allí obstruyó el paso de los vehículos para acercarles panes, facturas, tortas fritas. En algunos casos, los vecinos anotaron los números telefónicos de sus familiares para dar aviso de su arribo; en otros, directamente los invitaron incluso a sus casas donde les ofrecieron albergue, una ducha caliente, un almuerzo y la posibilidad de concretar ellos mismos el anhelado llamado.
Cuando las lonas de los camiones fueron enrolladas, los ojos de los soldados argentinos descreían lo que veían. Sólo pudieron, en un gesto recíproco, entregarle a la gente a cambio sus cascos, sus chapitas de identificación o lo que mantuvieran en sus bolsillos que haya estado en las islas Malvinas.
gacetamarinera.com.ar, el sitio oficial de noticias de la Armada Argentina
Esa tarde las panaderías en un momento dijeron “no hay más pan, ni nada”; se les había acabado la harina en intentar atender toda aquella demanda. Y fue el pueblo madrynense, con pan, abrazos sanadores y palabras de aliento, quienes dieron a los combatientes de Malvinas el amor y el sostén necesario para volver a empezar.
Hoy, aquellos cascos y chapitas de identificación, aquellos objetos entregados por nuestros soldados para intentar decir “muchas gracias”, son parte del Museo del Centro de Veteranos de Puerto Madryn, y esta solidaria comunidad guarda una potente memoria emotiva sobre aquella experiencia histórica.
El hecho perduró en la memoria popular, pero pasaron muchos años hasta que se inscribió en las actas oficiales. Fue en 2016, también un 19 de junio, que quedó instituido el “Día en que Puerto Madryn se quedó sin pan: por la solidaridad y gratitud de los vecinos” a través de la ordenanza N° 9449.
Antes de ser enterrada en su lugar definitivo, el Diácono Gerardo Leiva y el Pastor Nicolás Alarcón, ambos VGM, realizaron una invocación religiosa y la bendición de la cápsula, que dio paso a un minuto de silencio ejecutado por el trompa de la Armada Argentina.
Sobre el cierre del acto, el Intendente junto a los Comandantes de la Flota de Mar y la Infantería de Marina, acompañados por Veteranos de Guerra, descubrieron una placa conmemorativa. Para finalizar, se entregaron presentes a los veteranos y se repartieron simbólicamente panes elaborados por alumnos del Centro de Formación Profesional Nº651.
Gaceta Marinera