El Gobierno presentará el 9 de diciembre el proyecto de reforma laboral, que quiere empezar a discutir desde el primer tramo de las sesiones extraordinarias. El Ejecutivo enviaría ese día el proyecto al Congreso, que quiere aprobar junto con el Presupuesto, la reforma tributaria, el Código Penal, la ley de glaciares, perdón fiscal y responsabilidad financiera, que se incluirán en el temario de extraordinarias. El capítulo laboral se trataría en tramos, en un formato con distintas normas.
Pero hubo ruido con los proyectos oficiales que llegó desde el sindicalismo: «Nadie vota a un gobierno para perder derechos», sostuvo el jefe de la UOCRA Gerardo Martínez al llegar a la Casa Rosada para participar de la penúltima reunión del Consejo de Mayo, el órgano consultivo que busca darle forma al proyecto.
El referente de la CGT, el sindicalista preferido de la Casa Rosada, tomó distancia de la iniciativa que el Gobierno quiere discutir, en tramos, en extraordinarias antes de participar de la mesa de negociaciones con funcionarios del Gobierno. Una vez concluida la reunión, desde la central obrera dejaron saber que la presentación -cuyo formato no se conoce- será una iniciativa unilateral del Gobierno y no cuenta con el aval de los gremios.
Martínez llegó acompañado por el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) Martín Rappallini para el último encuentro, que comenzó antes del mediodía y se extendió durante casi dos horas.
«La UIA tiene un proyecto y la CGT tiene otro y nosotros tenemos que trabajar en el medio», resumió Cristian Ritondo, que participa del Consejo en representación de la Cámara Baja.
Ni los gobernadores ni los empresarios conocen más que los títulos del proyecto de modernización laboral, como el Gobierno denomina la reforma.
Según pudo saber Clarín, los capítulos de la reforma son retroactividad, relaciones de convenio, cargas fiscales, aportes a sindicatos y cámaras, financiamientos, sindicatos y cámaras, derechos colectivos, individuales, trabajadores autónomos, democracia sindical y derogaciones varias.
Puertas adentro del Gobierno todavía no hay claridad sobre el nivel de litigiosidad que el oficialismo quiere tener con los gremios. El ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, que tiene asiento en el Consejo, quiere avanzar sobre los aportes sindicales. En la mesa política del Ejecutivo no están tan seguros.
En el encuentro en el Salón de los Escudos, en la planta baja de la Casa Rosada, estuvieron por representación del Gobierno el jefe de Gabinete Manuel Adorni y el ministro de Desregulación Sturzenegger; la senadora Carolina Losada y Ritondo por el Congreso; y el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, además de Rappallini y Martínez.
En su encuentro en Mendoza, Cornejo -que mantiene una interna silenciosa con el saliente ministro de Defensa Luis Petri- le recordó a Santilli que lo vería en esta reunión. Aunque es una de las espadas del Gobierno, el ministro del Interior no participó del encuentro, porque no forma parte del Consejo. De todos modos, se reunió con Cornejo y juntos visitaron a la secretaria Legal y Técnica María Ibarzabal Murphy.
El ministro, que este viernes concluirá con la ronda de reuniones con gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo, había destrabado una contragarantía que reclamaba Mendoza a la Nación para conseguir un crédito internacional de US$75 millones para obras en San Rafael.
Fuente: Clarín
