La cuarentena total cerró la puerta de las sucursales bancarias y limitó la actividad de las entidades a los cajeros automáticos y el homebanking. En el terreno de la seguridad social, en plena emergencia, apareció un problema. ¿Cómo van a cobrar los miles y miles de beneficiarios de jubilaciones, pensiones y Asignación Universal por Hijo que no tienen habilitada su tarjeta de débito para ir al cajero y retirar el dinero?
Por costumbre, por baja capacitación financiera o por otros motivos, muchos beneficiarios suelen ir una vez por mes a la ventanilla de su banco y retirar sus fondos con su DNI, algo que mientras dure la cuarentena no será posible.
Algunos datos del principal banco del país, el Banco Nación, sirven para graficar la situación. Cada mes, el Nación paga 1.952.000 jubilaciones y pensiones en todo el país. De ese universo, calcula que solamente 13.000 jubilados no tienen su tarjeta de débito; ya las mandó a imprimir y se las enviará. Pero a la vez, hay otros 341.000 jubilados que no utilizaron su tarjeta en los últimos tres meses. Es imposible saber cuántos de ellos no la utilizaron pudiendo hacerlo y cuántos sencillamente no tienen la tarjeta, la tienen vencida, nunca la habilitaron y tantas otras situaciones.
Desde un banco privado de peso en el pago de prestaciones de Anses aseguran que “a pesar de los esfuerzos que hemos realizado durante los últimos años para entregar las tarjetas de débito gratuitas correspondientes a las Cajas de Ahorro de la Seguridad Social, hay aún un 30% de beneficiarios que no las han retirado. Habilitamos un formulario online que les permite solicitar su tarjeta de débito de forma remota”.
En el Nación habilitaron un call center para pedir la tarjeta e iniciaron una campaña para impulsar el uso del hombanking entre los jubilados, invitando a sus familiares a colaborar. Otros bancos siguieron caminos similares. Pero la emergencia de la cuarentena tiene otros tiempos.
Una de las alternativas que se manejan en ámbitos oficiales es que puedan cobrar mediante “Punto efectivo” una herramienta que permite cobrar por cajero sin tener tarjeta. Se utiliza habitualmente para mandarse dinero entre familiares. Una persona gestiona una transferencia a través de homebanking a favor de otra, ingresando el DNI de éste. Una vez realizada, el sistema del banco emite un código de seis dígitos que deberá enviar al receptor de la transferencia.
Una vez dado ese paso, el receptor puede ir a uno de los 6.500 cajeros de Red Link habilitados para esta operación, sin necesidad de ninguna tarjeta. Puede ingresar a la opción “Orden de Extracción”, tipear su DNI, el importe exacto y el código recibido; con esos datos podrá extraer el dinero.
Muchos bancos de Red Link tienen activo este servicio, como el Nación o el Banco Ciudad, que paga 120.000 jubilaciones pero asegura tener un altísimo porcentaje de uso de la tarjeta en ese segmento.
Todavía, según fuentes del sector financiero, no está definido el modo de implementar el pago por “Punto Efectivo”, que podría hacerse a través envío del código por mail o por SMS al jubilado para que pueda cobrar. Tanto la Anses como los mismos bancos tienen registros de celulares y correo electrónico de los beneficiarios.
Otra opción que se analiza es el cobro a través de las oficinas de Correo Argentino. La Anses tiene en carpeta utilizarlas para instrumentar el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 en el caso de aquellas personas que no posean una cuenta bancaria. Del mismo modo, podría implementarse una solución similar para aquellos jubilados que no tienen la tarjeta para acercarse al cajero.
Por otro lado, según pudo saber Infobae, las fintech hicieron llegar a los despachos oficiales su intención de aportar sus billeteras electrónicas para solucionar el tema, aprovechando la agilidad para abrir las cuentas virtuales.
Al mismo tiempo, aquel jubilado que carece de tarjeta puede intentar operar por homebanking siempre que cuente con la clave de acceso correspondiente. En algunos bancos, dicha clave puede ser obtenida desde una app para celulares. En otros, la clave se genera a través del cajero, por lo que quien no tiene tarjeta, no puede comenzar a operar en homebanking.
Quienes cuenten con la posibilidad de operar de manera electrónica, podrán pagar las facturas de los servicios públicos y hacer transferencias, entre otras operaciones que ayudarán a no salir de casa y tener las cuentas al día.
La cuestión preocupa en algunos sectores por el impacto social que podría tener la falta de cobro de haberes en los sectores de menores ingresos en un momento tan crítico como el actual. Al mismo tiempo, existen obvias razones sanitarias que llevan a evitar que los jubilados, un sector de elevado riesgo para contraer la enfermedad, deban pasar demasiado tiempo en la calle para acceder a su dinero.
Fuente: Infobae