Una de las actividades permanentes de la fragata ARA “Libertad” como buque escuela de la Armada Argentina es el adiestramiento y la profesionalización de su dotación y de los guardiamarinas en comisión.
Para ello, durante los días de navegación se llevan a cabo diversos ejercicios tendientes a ampliar y profundizar las capacidades profesionales de los hombres y mujeres de mar.
En esta ocasión, se simuló un ingreso de agua en un sollado, para lo que se destacaron dos de los cuatro trozos de control de averías que tiene la unidad. Una vez detectado el inconveniente se informó al jefe del grupo, quien trasmitió las novedades al jefe de la Central Control de Averías y éste organizó los movimientos necesarios para controlar el siniestro.
Durante el desarrollo se simuló un herido con fractura expuesta en una de sus extremidades inferiores, que fue trasladado hacia Sanidad. El médico evaluó la situación y decidió que debía ser evacuado, por su complejidad. De manera sincronizada, el médico y el enfermero inmovilizaron al paciente, mientras que el personal de cubierta arrió el bote, se alistó para recibirlo y proceder al traslado.
“Este tipo de ejercicios es muy importante porque permite mantener capacitado al personal y actualizar los procedimientos a realizar en los distintos locales ante cualquier tipo de eventualidad, llámese incendio o, como en este caso, una avería en una tubería. Por el ingreso de agua al local, el objetivo era detener el mismo, achicar el agua para preservar la reserva de flotabilidad de la unidad y, por supuesto, si hay una vida que corre riesgo buscar la manera de evacuar rápidamente”, afirmó el Jefe del Grupo de Control de Averías Nº 2, Teniente de Navío Adrián Esteban Díaz.
Entre las prácticas diarias que más se destacan por su importancia en navegación se encuentran los ejercicios de lucha contra incendios, control de averías, rol de abandono, hombre al agua o maniobra con botes, cuyo fin es dar una respuesta inmediata ante situaciones de emergencia.
“La intención de este tipo de ejercicios es que cada persona que integra los grupos de control de averías sepa de qué modo obrar ante una eventualidad. La ejercitación constante nos da celeridad, conocimiento de los elementos y seguridad en el accionar del rol”, remarcó el Jefe del Cargo Control de Averías, Teniente de Navío Valeriano Vallejos.
Después de cada ejercicio se realiza una reunión de crítica y lecciones aprendidas, es de utilidad para concientizar al personal respecto de las normas a cumplir, logrando de este modo evolucionar en el adiestramiento.
Asimismo, los guardiamarinas en comisión presenciaron el ejercicio y operaron el equipo productor de espuma.
Gaceta Marinera