De repente la rutina a bordo de la fragata ARA “Libertad” se interrumpe cuando se escucha el toque de simulacro de la alarma de abandono. Son siete o más pitadas cortas seguidas de una larga.
A continuación, por la red de altoparlantes del buque se difunde un mensaje que advierte sobre la situación imperante: “Prestar atención. Ejercicio, ejercicio, ejercicio, incendio en local Sala de Máquinas. Cubrir trozo de control averías N°1 y N°2. Las estaciones dan el listo a la central de Control de Averías”.
El personal que conforma los trozos control de averías, se destaca entonces al lugar donde se produce el incidente generado mientras el resto de la tripulación que no participa de la maniobra se dirige a las balsas salvavidas o al sector asignado en la cubierta principal. Allí, los encargados de las respectivas embarcaciones sacan el parte de sus tripulantes, al tiempo que el personal de Cubierta instruye sobre el uso adecuado de chalecos y balsas salvavidas.
Estos adiestramientos, que se realizan mientras el buque escuela lleva a cabo su 52° Viaje de Instrucción, refiere que el personal de la Armada Argentina tiene una gran conciencia respecto de la seguridad a bordo; saben que el buque es su hogar y que cualquier contingencia debe ser resuelta con sus propios medios.
Durante una navegación, cualquier siniestro es una de las peores situaciones que pueden afrontar los marinos dado que, en medio de la inmensidad del mar se dificulta solicitar asistencia y, si se la pide, probablemente demore horas en concretarse. La decisión de abandono será la última consideración por tomar.
Los períodos de cada pierna de navegación, entre puerto y puerto, son el momento ideal para el desarrollo de ejercicios prácticos como los de lucha contra incendios, control de averías, rol de abandono y arriado de botes. Cada adiestramiento está a cargo de instructores, oficiales y suboficiales maquinistas, e involucran a la dotación y a los Guardiamarinas en Comisión.
El objetivo es que la tripulación esté preparada para afrontar, con la mayor celeridad y precisión posible, cualquier situación crítica a bordo, reduciendo al mínimo los riesgos y el impacto que la misma pueda ocasionar. Para ello, se busca en todo momento potenciar el conocimiento individual y el trabajo en equipo, fomentando la capacitación en aspectos técnicos y prácticos.
Luego de cada ejercicio planificado, el Jefe del cargo Control de Averías, Teniente de Navío Leonardo Gabriel Marini, se reúne con los miembros de los trozos involucrados de manera directa en la acción, a fin de efectuar un balance de la práctica llevada a cabo. De esta manera se verifica que el personal conozca al máximo los elementos y procedimientos a utilizar en cada situación para preservar todos los sistemas de la fragata.
Cada ejercicio se realiza con el mayor realismo posible y van incrementando progresivamente su dificultad, sumando en forma complementaria situaciones aisladas y repentinas como zafarranchos de evacuación y atención médica de primeros auxilios con la participación de los oficiales y enfermeros del Departamento Sanidad.
Cabe destacar que, previo a zarpar a cada nuevo Viaje de Instrucción, la dotación del buque escuela se adiestra en cada materia a nivel individual, de grupo y de conjunto mediante cursos y capacitaciones donde profundizan conocimientos en la operación y mantenimiento de los sistemas de la Unidad. Estos cursos se realizan en el Centro de Instrucción en Técnicas y Tácticas Navales en la Base Naval Puerto Belgrano, y durante los mismos se organizan las brigadas de trabajo tal como funcionarán a bordo durante la travesía.
Gaceta Marinera