Los casos notificados de coronavirus crecieron la semana pasada por segunda vez consecutiva y aunque los especialistas dicen que es prematuro hablar del comienzo de una nueva ola de contagios, alertan que esto es una posibilidad como consecuencia de la relajación total de los cuidados y posible aumento de circulación de las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron, que están provocando la subida de contagios en el resto del mundo.
«Los casos notificados fueron bajando durante todo el mes de junio pero hace dos semanas comenzaron a crecer; es probable que esto esté atado a la presencia de nuevas subvariantes y las bajas temperaturas que hacen que hagamos las actividades adentro», indicó a Télam el contador y analista de datos Martín Barrionuevo.
Este domingo, el Ministerio de Salud de la Nación notificó 31.845 casos detectados informados durante la semana, lo que representaba un 17% más que la semana previa; en tanto los casos notificados el 3 de julio ya habían representado un incremento del 6% respecto de los siete días anteriores, lo que mostraba un cambio en la tendencia.
De los 36 fallecidos informados este domingo, 13 fueron de la semana pasada y 16 de la anterior.
Barrionuevo señaló que «es importante señalar que con los criterios actuales de testeo los números hay que tomarlos con pinzas; además de que algunas provincias están retrasadas en el reporte, como es el caso de Corrientes, donde los fallecidos en julio son 8 en 10 días y, sin embargo, no se cargaron todavía en la base nacional».
En el mismo sentido, el físico e investigador de Conicet Jorge Aliaga sostuvo que «es evidente que al cambiar el criterio y sólo testear a personas mayores o con comorbilidades estamos viendo sólo una pequeña parte de lo que existe».
A pesar de esto, y al hacer un análisis de las bases de datos el Ministerio de Salud que son públicas, Aliaga señaló que «si se ordena por fecha de inicio de síntomas, a nivel país lo que se observa es un incremento de esta última semana que quedó en un promedio de 2.650 casos diarios contra menos de 2.300 la anterior».
«En algunas jurisdicciones los casos están aumentando, pero habría que ver si esto no tiene que ver también con la notificación», advirtió.
No obstante, describió que «en la Ciudad de Buenos Aires el promedio parece estar disminuyendo (pasando de 716 notificaciones diarias la semana del 26 de junio al 2 de julio a 638 la semana pasada); lo mismo sucede en la Provincia de Buenos Aires, fundamentalmente en la región de AMBA; pero hay otras provincias como Tierra del Fuego, Chaco, Formosa, Tucumán y Catamarca donde los reportes crecieron».
«Si bien todavía no se puede decir que se trate de una nueva ola tampoco no sería extraño que esto ocurra. El invierno que nos tiene a todos haciendo actividades en espacios cerrados, la falta casi total de uso de barbijo, de ventilación y la inminente circulación de las nuevas variantes son condiciones que pueden hacer subir los casos en cualquier momento», señaló.
Por su parte, el virólogo Humberto Debat sostuvo que «es importante resaltar el contexto global para entender nuestra situación local, los casos reportados a nivel mundial de Covid-19 han aumentado casi un 30% en las últimas dos semanas».
Debat detalló que «cuatro de las seis subregiones de la OMS tuvieron un aumento de casos en la última semana y en Europa y Norteamérica las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5 están generando nuevas olas de infecciones».
En relación a los fallecimientos, también a nivel global, el especialista indicó que «tuvieron un piso en la tercera semana de junio y de a poco comienzan a mostrar algún efecto del aumento de infecciones; por supuesto a niveles bajos en un contexto global de altas tasas de inmunidad por vacuna e infección».
«Al mismo tiempo, el relajamiento de medidas de control y vigilancia genera dificultades y limitaciones a la hora de evaluar la situación epidemiológica. Hay una reducción drástica en las estrategias y números de testeo en la gran mayoría de las naciones lo que afecta asimilar la real incidencia del virus, su evolución y el impacto actual de Covid-19 a nivel mundial», sostuvo.
Debat, integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 (PAIS), recordó que «a medida que el virus evoluciona, la protección de las vacunas desarrolladas, aunque sigue siendo efectiva para prevenir enfermedades graves y muerte, disminuye considerablemente».
«Esta disminución de la inmunidad acentúa la importancia de aplicarse las dosis de refuerzos, especialmente para las personas con mayor riesgo como personas mayores, personas con enfermedades crónicas, inmunocomprometidos y trabajadores de la salud», enfatizó.
Para el virólogo, aunque gracias a las vacunas haya una protección contra las formas graves y el fallecimiento, esta exposición a la infección «es un fenómeno que aún no terminamos de entender y que generará un importante efecto en la población, los sistemas de salud, la economía y la sociedad en general a mediano plazo: los millones de personas desarrollando la afección Long-Covid».
«Entonces -continuó- más allá de la aplicación de los refuerzos también es importante continuar con las medidas de mitigación como la ventilación y el uso de barbijos en los interiores».
En referencia a las variantes que circulan a nivel mundial, Debat explicó que la Ómicron sigue siendo la dominante a nivel mundial.
«Las proporciones de los linajes BA.2 y BA.2.12.1 han disminuido y los linajes BA.5 y BA.4 continúan aumentando su frecuencia», detalló.
Y añadió que «todavía no hay evidencia sobre ningún cambio en la gravedad de la enfermedad asociado a BA.4, BA.5 o BA.2.12.1 en comparación con BA.2, aunque sí se ha observado una correlación entre el aumento de prevalencia de estos sublinajes y el incremento de casos en varias regiones, y en algunos lugares esto derivó en incremento de hospitalizaciones y muertes».
«A nivel local es posible un escenario de aumento de frecuencia de Ómicron BA.4 y BA.5 ya observados a nivel federal. Sin embargo, con los datos disponibles, es arriesgado aún confirmar que se trate del inicio de una nueva ola y mucho menos proyectar su potencial impacto en nuestra población que tiene altísimos niveles de inmunidad por vacuna e infección previa», concluyó Debat.
Fuente: Télam