El presidente Alberto Fernández destacó que con la última soldadura del Gasoducto Néstor Kirchner Argentina «está ganando soberanía energética» y sostuvo que se trata de una obra «trascendental» que «cambiará la matriz productiva del país».
El mandatario resaltó además que con la construcción del tramo más importante del gasoducto concluido hoy, y cuyo funcionamiento está previsto para el próximo 20 de junio, «la Argentina se está ahorrando entre 2 mil y 3 mil millones de dólares que podría ahorrar a costo de nuestras reservas».
El Presidente habló al encabezar esta tarde por videoconferencia desde la residencia de Olivos un acto por la concreción de la última soldadura del Gasoducto Néstor Kirchner, junto al ministro de Economía, Sergio Massa, que siguió el hecho desde el Palacio de Hacienda, y Agustín Gerez, presidente de Energía Argentina, que se encontraba en cercanías de la localidad de La Reforma, en La Pampa, donde se efectuó la última soldadura.
El mandatario resaltó el tiempo récord de nueve meses que llevó la ejecución del mayor tramo de la obra (cuando la previsión era de 24 meses) y cuya línea regular se terminó de soldar hoy en el kilómetro 232 de la traza, que tiene 573 kilómetros de extensión entre la localidad neuquina de Tratayén y la bonaerense Salliqueló, atravesando Río Negro y La Pampa.
«Hoy estamos ganando en soberanía energética. Muchos, cuando lanzamos el proyecto (del gasoducto), dijeron que era una locura construirlo en este tiempo. Bueno hoy está ahí, cuando todos nos ponemos de acuerdo las cosas funcionan», enfatizó el jefe de Estado.
Alberto Fernández agradeció a Massa y al titular de Energía Argentina, a las empresas que participaron de la obra, y «a cada uno de los trabajadores y trabajadores de los gremios de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) por el «formidable trabajo» realizado.
El Presidente sostuvo además que el avance del Gasoducto Néstor Kirchner es una muestra de que «cuando el Estado y empresarios nos ponemos de acuerdo las cosas funcionan», y resaltó que esta obra permitirá «llevar no solo a los hogares, sino también a las fábricas el gas que necesitan para poder promover su producción».
Con el gasoducto Néstor Kirchner «la Argentina está cambiando su matriz productiva», destacó Fernández y recordó que una parte importante del financiamiento de su construcción «pudo hacerse en parte gracias al impuesto de las Grandes Fortunas».
Ello demuestra que cuando «ese dinero es bien administrado por el Estado se convierte en una solución para muchos argentinos y argentinas», completó Fernández, quien celebró que durante su Gobierno se haya llevado adelante «una obra de esta envergadura después de más de cuatro décadas».
Desde el Gobierno nacional destacaron que la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner «marca un nuevo hito con la última soldadura en línea regular de la traza, un paso fundamental para lograr su puesta en funcionamiento el próximo 20 de junio».
“Cuando todos tenemos el mismo objetivo, las cosas funcionan, cuando empresarios trabajadores y el Estado tiene la vocación de resolver problemas que la Argentina tiene, las cosas funcionan y acá tenemos la mejor prueba. Ahora nos queda ese último tramo y esperamos que en junio vamos a poder ver finalizada esta primera gran parte de la obra”, señaló Fernández.
Antes de comenzar la última soldadura, Gerez estampó en el caño la leyenda “por la soberanía energética, Viva Argentina!, que fue seguido por la exclamación “Viva la Patria” de todos los presentes en el lugar, y luego se inició el proceso de la última soldadura del caño, que se mostró brevemente desde el interior del ducto.
Los equipos de soldaduras automáticas funcionan en simultáneo desde los dos extremos de la traza, con robots que permitieron acelerar los tiempos, y fueron traídos desde los Estados Unidos. De las 50 a 60 soldaduras de caños que se podrían hacer por día con un sistema manual, se pasaron en promedio a unas 80 soldaduras diarias, y poseen una capacidad de hasta 100 soldaduras diarias.
La soldadura constituye el “corazón” de la obra del gasoducto, que una vez finalizada será sometida a una prueba hidráulica, consisten en hacer circular agua a altísima presión, aún mayor que la del gas, para corroborar que no haya fisuras, y por último se procederá a un secado del interior del ducto para que no queden restos de agua.
Además, el desarrollo del GPNK impactó en la creación de alrededor de 10 mil puestos de trabajo directos y otros 40 mil indirectos entre la construcción de la obra y la mayor producción de gas en el yacimiento de Vaca Muerta, ubicado en Neuquén.
Fuente: La Prensa