Argentina enfrenta un escenario de «fragilidad inmunológica colectiva» debido a la alarmante caída en las coberturas de vacunación, una situación que, según las principales entidades médicas del país, se configura como una de las crisis sanitarias más graves de las últimas décadas.
Datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación y el Observatorio de la Infancia y Adolescencia evidencian que las tasas de aplicación de vacunas claves, como la antipoliomielítica (IPV) y la segunda dosis de la triple viral, se encuentran muy por debajo del 90% recomendado, con descensos que en algunos casos rondan el 50% de la población objetivo.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresó su «preocupación máxima» ante este panorama, que amenaza la inmunidad colectiva lograda tras décadas de políticas sanitarias exitosas. La baja en la vacunación se registra de manera transversal, pero es particularmente crítica en niños menores de 18 meses, un grupo vulnerable que requiere la aplicación de esquemas primarios.
Las consecuencias ya son tangibles. El país registró brotes activos de enfermedades prevenibles por vacunas, como la tos convulsa (coqueluche), que lamentablemente provocó siete muertes en menores de dos años durante lo que va del año. Estos decesos son un indicador directo de la disminución de la protección comunitaria.
Expertos sanitarios señalan que el fenómeno se explica por múltiples factores, que van más allá del movimiento antivacunas. Entre las causas se enumeran la disminución de la percepción del riesgo en las nuevas generaciones, que no han conocido la circulación de patologías graves como el sarampión o la poliomielitis.
A esto se suman fallas en las estrategias territoriales de vacunación y barreras de acceso, que impactan especialmente en los sectores más vulnerables de la población. La interrupción de servicios durante la pandemia y la desorganización de los programas de inmunizaciones a nivel estatal también contribuyeron a deteriorar la situación.
Los especialistas enfatizan la necesidad de reforzar las campañas de concientización y fortalecer el sistema de salud para garantizar que las vacunas gratuitas y obligatorias del calendario nacional lleguen a toda la población. La vacunación es considerada un derecho de la infancia y una responsabilidad colectiva que el Estado debe asegurar para evitar la reemergencia de enfermedades erradicadas o controladas.
Fuente: TN
