Ricardo Alfonsín, referente del Frente Amplio por la Democracia, analizó en LA BRÚJULA 24 la marcha del gobierno nacional, con duras críticas, criticando incluso el manejo de los fondos para asistir a los inundados bahienses, a partir del veto a la Ley de Emergencia, al tiempo que tampoco ahorró reproches a la última década de la Unión Cívica Radical, partido al que dejó de pertenecer desde que se alió al PRO en vísperas a la presidencia de Mauricio Macri.
«Lo que estamos viviendo es una barbaridad que no debería sorprendernos, quizás ya nos acostumbramos. El 50% de los argentinos no llega a fin de mes y hay un 20% que viaja por el mundo, a los cuales no critico. No podía esperarse algo diferente de un gobierno que dice que la igualdad y la justicia social son aberraciones. Milei es insensible y no tiene corazón. La política debe buscar el bienestar general. Los bahienses vivieron un drama, el presidente aportó menos de lo que dice, más allá de lo que se comprometió a entregar en cuanto a dinero. Ahora, él asegura que no le han dicho cómo se financiará la ayuda que propone el Congreso», aseguró Alfonsín, en diálogo con el periodista Germán Sasso.
Y agregó que «el dinero él lo puede sacar de varios lugares porque no reparte los ATN que debería darle a las provincias. Buenos Aires pierde 11 billones de pesos, un dinero que le retiene el gobierno nacional, es una montaña de plata. Me corresponde defender los intereses de los bonaerenses, a nadie le gustaría que nos quedemos callados. Son retenciones ilegales que hace Nación. Respecto de las reelecciones indefinidas de los legisladores creo que se podría haber debatido en otro momento».
«En una situación en la que la gente vive problemas tan graves, no debe caerle muy bien que se discutan cosas tan alejadas de las necesidades inmediatas. Ojalá todos se pusieran de acuerdo en reclamar los 11 millones para la Provincia, más allá de que Nación no los entregaría. Son recursos que serían muy útiles para Bahía Blanca. Existen dificultades para poder competir en igualdad de condiciones en las elecciones internas de los partidos por una candidatura. Y ni hablar si se habla de los comicios generales, porque el financiamiento de la política no es algo menos, no solo tiene que ver con el Estado. Cuando interviene el privado con un financiamiento es algo muy caro, hay mucha literatura en todo el mundo porque para hacer política hay algo fundamental que es tener dinero. Reclamamos igualdad política y eso no es fácil de resolver, no se pudo solucionar en el mundo», sintetizó en otro tramo de la nota radial.
Consultado respecto de la legendaria corriente política que supo integrar, fue tajante: «La Unión Cívica Radical dejó de ser el radicalismo, no son responsables los militantes de base ni los correligionarios, en el partido se han puesto de acuerdo en 2015 en transformar al espacio en una herramienta electoral, cuya única preocupación es ganar elecciones o hacer el mejor papel posible. Desde 2015 defendemos programas que nada tienen que ver con nuestra historia que llevaron a representar a sectores que no se vinculan con la clase media, los trabajadores, los jubilados, los docentes o los médicos, entre otros. La UCR dejó de pensar en una sociedad más justa desde que se alineó con el PRO y queda en evidencia cuando Macri dice que si hubiese tenido una segunda oportunidad habría realizado lo mismo que hace Milei».
«Algunos proponían hacer una alianza con La Libertad Alianza y llevar a José Luis Espert en su lista, un hombre que es hasta más agraviante que el propio Presidente. Ocurrió lo que creíamos que iba a pasar, hoy andan pretendiendo ocultar su debilidad electoral promoviendo acuerdos, si no hubiera sido porque Milei no quiso, la UCR ya habría acordado con la LLA como sucedió en otras provincias. La UCR busca recrear Juntos por el Cambio con el PRO disidente compuesto por (Emilio) Monzó, (Horacio) Rodríguez Larreta, gente con la que no tengo nada en común políticamente», destacó Alfonsín.
Por último, recordó la figura de Raúl, su padre, a quien el Presidente fustigó tiempo atrás: «Que alguien tenga que comprar una bolsa con la cara de una persona para golpearla requiere de una explicación de orden psicológica, pero peor aún es que le encante aparecer como violento ante la sociedad. Es algo que nunca había visto en la política argentina, más allá de discusiones fuertes. Nunca había oído que le dijeran al adversario ‘rata’, ‘parásito’, ‘excremento humano’ y los aludidos solo decían que era una cuestión de estilo. Milei no es democrático, es ontológicamente autoritario. Los principales autores a los que él alude no creen en la democracia, para ellos es la tiranía de las mayorías, sumado a que prefieren la economía liberal».
Fuente: La Brújula 24