La empresa Impsa y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) firmaron un contrato para la fabricación de componentes auxiliares del reactor nuclear de potencia Carem, el primero diseñado y construido íntegramente en la Argentina.
Esta tecnología perfila a la Argentina como uno de los países líderes en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia a nivel mundial, y proyecta un gran potencial exportador.
“La articulación con PyMEs proveedoras de la industria nuclear es fundamental para impulsar el crecimiento y la competitividad de todo el sector”, aseguró el secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, y destacó que el Gobierno tiene la decisión política de “promover el desarrollo tecnológico y que la industria argentina compita en el mercado global”.
“Este proyecto contribuye a que el país promueva pequeñas y grandes empresas del sector nuclear con personal calificado”, aseguró la presidenta de CNEA e indicó que “el desarrollo tecnológico argentino es importante para generar una matriz de producción de mayor componente tecnológico con manufacturas de mayor valor agregado”.
El Carem, cuya primera versión será capaz de generar 32 megavatios de electricidad, pertenece al segmento de reactores modulares de baja potencia (SMR, por sus siglas en inglés), que jugarán un rol fundamental como energía de base en el proceso de transición energética hacia tecnologías de generación libres de dióxido de carbono (CO2).
En ese contexto, la Argentina cuenta con uno de los pocos SMR del mundo en estar efectivamente en construcción (y con un importante grado de avance físico, superior al 62%), lo cual posiciona al país como un indudable referente mundial de este tipo reactores y en esta clase de tecnología.
Fuente: Télam