La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que conduce Hugo Godoy a nivel nacional aseguró, en un nuevo informe, que «los empleados provinciales y municipales de la actividad perdieron el 30 por ciento de su salario durante el gobierno de Mauricio Macri», y señaló que el 70 por ciento del personal de los distritos «no cubre el costo de la canasta».
«El 70 por ciento de los estatales provinciales no cubre el costo y el valor de la canasta básica y, entre los municipales, el 90 por ciento no alcanza tampoco ese índice como consecuencia de las políticas públicas de construcción salarial», señaló el informe.
Según los consejos directivos provinciales de la ATE, más del 70 por ciento de los trabajadores de las administraciones públicas «no cubre con sus ingresos el valor de la última canasta familiar medida por los técnicos de la Junta Interna del Indec».
El informe contempló las categorías en las que reviste el mayor número de personal de las administraciones provinciales, y aseguró que «el promedio general del salario se ubica en 26 mil pesos mensuales, contra los 35.647 pesos del valor de la canasta básica».
«La base de la caída del 30 por ciento del salario tiene dos elementos centrales: el aumento en la mayoría de las provincias en cuatro años nunca equiparó el índice inflacionario, a excepción de pocos gobiernos que aplicaron la cláusula gatillo. El resto ató las subas a incrementos fijos paritarios y a las bonificaciones, pero no igualaron tampoco la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos», puntualizó el nuevo informe.
Además, en salarios en los que el consumo de alimentos implica «la mayor parte del ingreso, la caída fue más elevada porque la inflación en el sector fue 6 o 7 puntos más alta que la general y, según los datos de la ATE Indec, en 3 de los 4 años de gobierno macrista hubo caída del ingreso y, a excepción de 2017, alguna paridad», añadió la ATE.
«Desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que obliga a devolver el 15 por ciento de los fondos coparticipables, las provincias aumentaron los recursos financieros pero casi ninguna los trasladó a mejoras salariales ni distribuyó mejor el ingreso a las comunas. Mantuvieron las viejas asimetrías», puntualizó el estudio estatal.
En los municipios, los ingresos promedio son de 17 mil pesos mensuales para la planta permanente, ya que la mayoría de personal es contratado y, el índice de trabajadores de planta que no cubre el valor de la canasta básica, es del 90 por ciento del total.
«Casi el 50 por ciento de los empleados comunales estatales son contratados. Existe precarización laboral. Hay 17 modalidades diferentes de contratación (monotributo, becas, tutorías, planes de inclusión, jornalizados). En ese grupo los haberes se comprimen en una franja que va de 5 a 8 mil pesos. No cubre esa canasta básica y la inmensa mayoría cobra por debajo del salario mínimo, vital y móvil, fijado en 16.875 pesos», agregó.
Por último, sostuvo que «la mayoría de gobernadores e intendentes son lentos a la hora de aplicar los convenios colectivos de trabajo, que mejorarían los salarios y las tareas».
Fuente: Agencia Télam