Julio Alonso, del gremio ASURA, sostuvo que la empresa Ingeniería y Arquitectura no hace un tratamiento adecuado de los gases que generan los residuos.
“Es una bomba de tiempo”. Así describió Julio Alonso, titular del gremio ASURA (Asociación Sindical Única de Recicladores Argentinos) al relleno sanitario ubicado a la vera de la ruta 3, en el viejo camino a Punta Alta.
En diálogo con Radio Altos, indicó que mantuvieron dos reuniones con funcionarios del gobierno municipal en la que plantearon la problemática del tratamiento de la basura que llega al predio y que la pregunta es «¿cuándo va a explotar el relleno sanitario?».
Desde hace un tiempo (en una editorial lo plantéabamos en el mes de junio) venimos preguntándonos en Frente a Cano si el tratamiento que la empresa Ingeniería y Arquitectura, que se hizo cargo del relleno sanitario en abril de 2018, es el adecuado y si cumple con el pliego de bases y condiciones.
En particular, el interrogante es si se lleva a cabo un correcto “venteo de gases” a través de chimeneas, que la prestataria se comprometió a instalar, según consta en el pliego de bases y condiciones: una cada mil metros cuadrados de superficie del relleno. “No se cumple con lo que dice la norma”, denunció Alonso.
Agregó que no hay que ser especialista para detectar el problema que tiene Bahía Blanca con su relleno sanitario que recibe por día entre 500 y 700 toneladas de desechos.
“Hoy el relleno tiene 4 metros de altura más de basura; eso tiene un límite y además, hay que tener en cuenta a los barrios cercanos y a los espacios recreativos de distintos gremios ubicados en zonas aledañas”, remarcó.
Sobre los controles y la exigencia para que la empresa que opera en el predio cumpla con todos los puntos del pliego, manifestó que es responsabilidad del Municipio.
“Después de las dos reuniones que tuvimos con funcionarios salimos a visibilizar el tema. Los que tienen que denunciar son nuestros representantes (en referencia al gobierno municipal). Esto es una bomba de tiempo y lo sabe la gente que está trabajando ahí; no hay forma de aguantar 500 toneladas por día, multiplicado por los años que lleva funcionando el relleno”, concluyó.
Fuente: Frente a Cano