Será en Estomba y Zelarrayán entre Paraguay y Perú, y en Brown entre Undiano y Pedro Pico, según confirmó Ramiro Frapiccini.
El oficialismo bahiense pretende que el paquete de tres proyectos que presentó ayer sobre movilidad urbana y transporte público de pasajeros pueda ser tratado en sesión del Concejo Deliberante dentro de 15 días.
Una de las iniciativas busca extender la emergencia en el transporte público de pasajeros, la segunda propuesta, aumentar en un 26% el boleto de colectivos, y el tercer, la incorporación de 700 boxes de estacionamiento.
Ramiro Frapiccini, director general de Movilidad Urbana, explicó esta mañana en Radio Altos que el pedido de prorrogar la emergencia que venció el pasado 30 de abril y de aplicar un incremento en el cuadro tarifario, responde a la situación de crisis que atraviesa el sistema en pandemia.
Remarcó que se está transportando a un 37% de los pasajeros que utilizaban el transporte público antes del inicio de la pandemia, sumado a que han aumentado muy por encima de la inflación variables como combustible (70%) y neumáticos (130%).
Con la suba de 26%, la tarifa plana que la abona alrededor del 30% de los usuarias y usuarios (el otro 70% tiene algún tipo de descuento) se ubicará en $59,40.
Respecto al tercer proyecto, el funcionario comunal confirmó que no sólo se sumarán boxes de estacionamiento, sino que además, en tres sectores se extenderá el sistema de parquímetros.
Será en Estomba y Zelarrayán entre Paraguay y Perú, y en Brown, entre Undiano y Pedro Pico. “En esos sectores tenemos pedidos de sumar parquímetros hasta de los vecinos y vecinas. Son ejes comerciales importantes”, señaló.
Consideró que estos cambios y la ampliación de zona de estacionamiento medido y pago, se extenderán en el tiempo y cuando se supere la situación de emergencia por la pandemia se mantendrán. “Hacen al funcionamiento y dinámica comercial”, entendió.
Al ser consultado sobre la incorporación de boxes de estacionamiento en arterias que hoy están prohibidas, aclaró que no es una marcha atrás, sino que fue una decisión que se adoptó tras analizar el impacto de medidas aplicadas años atrás.
“Seguimos reforzando la teoría de movilidad que se llama segregación del tránsito y que consiste en definir para cada calle un uso determinado”, precisó y agregó que en algunas arterias tiene prioridad el peatón, en otras los colectivos y otras funcionan como vías de circulación más rápida.
A modo de ejemplo, mencionó que en los ejes Zapiola- Dorrego y Brown- Vieytes que tienen prohibición de estacionamiento, no se sumaron boxes porque la prioridad es la circulación vehicular. En cambio en calle Soler se está proponiendo volver a permitir el estacionamiento porque se ha advertido que allí “el tránsito es lento” porque las y los conductores buscan lugar donde estacionar.
“Esta bueno ir reevaluando cuando pasan 6 u 8 años de aplicación de una medida. Así fuimos interviniendo distintas calles; no es que cambiamos la configuración del microcentro. La calle que tiene prioridad peatonal, o de circulación de colectivos, o de bicisenda, la seguirá teniendo”, aclaró.
Y concluyó: “Las modificaciones en tránsito no son diseños de ingeniería; la gente va cambiando los hábitos y cuando se hacen modificaciones se hacen supuestos, en algunos casos funcionan y en otros no. Los carriles ágiles, por ejemplo, funcionaron en uno o dos casos, en los que no, no tiene sentido sostener la política que uno creía que iba a tener otro resultado”.
Fuente: Frente a Cano