El Gobierno logró cerrar la primera negociación salarial del año bajo la modalidad de sumas fijas remunerativas en espejo con los decretos de aumento para trabajadores privados y estatales, tal como había adelantado este diario.
Lo hizo con la Asociación Bancaria, que pactó con las cámaras empresarias del rubro financiero montos de entre $4.500 y $10.500 para agregar a los sueldos de acuerdo a cuatro escalas entre enero y febrero, y reanudar la discusión en la segunda quincena de marzo para establecer nuevos parámetros porcentuales.
El gremio puntualizó que el salario conformado inicial vigente ascenderá a $62.340 más $2.873,77 por participación en las ganancias del sistema financiero, lo que llevaría a un total de $65.214.17.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, encabezó ayer la firma del entendimiento entre el gremio, que conduce Sergio Palazzo -uno de los sindicalistas más cercanos al kirchnerismo- y las entidades que nuclean a los bancos, que incluyó una suba extra de los sueldos del 3,8% correspondiente al mes de diciembre para cerrar la paritaria 2019 en línea con la inflación acumulada en los doce meses del año, del 53,8 por ciento. Entre el ajuste que restaba por el año pasado, las sumas fijas y los extras, el sueldo inicial de la actividad totalizará $65.214,7 en marzo próximo.
El acuerdo respetó las premisas planteadas por la administración de Alberto Fernández: disponer los ajustes en sumas fijas sobre la base del decreto que añade $4.000 desde febrero ($3.000 con los sueldos de enero y mil pesos más al mes siguiente) y diferir las discusiones de porcentajes al menos para el segundo trimestre del año. Para entonces el Ejecutivo espera contar con un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores, y con un eventual horizonte inflacionario menos volátil.
Con el decreto 14/2020 de suba a privados como guía, La Bancaria pactó elevar el sueldo de sus afiliados de acuerdo al siguiente esquema: para los que cuentan en la actualidad con ingresos de hasta 73.764 pesos, el aumento en enero será de $3.000 y en febrero se agregarán otros 1.500 pesos; entre ese piso y 95.547 pesos los pagos serán de $4.000 y $2.500, respectivamente; la siguiente escala y hasta 114.657 pesos percibirá $5.000 y 3.500 pesos más, y por arriba de ese valor se dará el mayor incremento, de $6.000 y 4.500 pesos.
Para el salario de arranque en el sector financiero el ajuste en suma fija representará una mejora de 7,8 por ciento (llega al 11% si se computa el incremento por diciembre) por los dos primeros meses del año, a cuenta de la definición de una paritaria que debía comenzar en enero y que ahora quedará reprogramada para marzo. En rigor el sindicato de Palazzo suele pactar ajustes de transición para el primer tramo del año como puente para la discusión de fondo por porcentajes que usualmente dirime en el segundo trimestre.
Como adelantó este diario hace dos semanas, el Gobierno había comenzado a explorar una proyección de los aumentos en sumas fijas remunerativas hacia toda la ronda de paritarias como método para apaciguar las expectativas inflacionarias. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, lo había explicitado en un encuentro con gremialistas docentes y desde otras áreas del Gabinete se lo habían comentado a la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) incluso antes de la asunción de Alberto Fernández.
A favor de la intención oficial en el primer tramo de las paritarias de cada año los gremios que negocian tienen buena sintonía con el nuevo oficialismo. Además de los docentes de CTRA se cuentan en este grupo los mercantiles de Armando Cavalieri, los trabajadores de la construcción (UOCRA, Gerardo Martínez) y otras organizaciones con salarios más bajos que el promedio de los privados. También es el caso de los bancarios, que si bien cuentan con ingresos muy superiores a la media lograron cuatro escalas diferentes de suba para evitar un achatamiento de los sueldos. El propio gremio reconoció en un comunicado haber firmado su acuerdo “asumiendo la responsabilidad de coadyuvar al gobierno recién instalado a afrontar el desastre de la administración que cesó el 10 de diciembre de 2019”.
Fuente: Ámbito