El uso de teléfonos celulares en las escuelas primarias de la Provincia podría quedar fuertemente limitado en caso de que prospere un proyecto de ley que se espera que se vote en la próxima sesión del Senado.
La comisión de Legislación General despachó un proyecto que presentaron Lorena Mandagaran (UCR + Cambio Federal) y Emmanuel González Santalla (Unión por la Patria) que buscan regular el uso de las pantallas digitales en menores de edad. Uno de esos artículos incluye la restricción al uso de teléfonos móviles en las aulas.
“En los establecimientos educativos de gestión pública y privada de la provincia de Buenos Aires, los alumnos y alumnas del nivel primario deberán hacer uso responsable de pantallas sólo a efectos de dar cumplimiento a los objetivos pedagógicos. Entiéndase como uso responsable la no utilización de dispositivos digitales durante la jornada educativa, salvo requerimiento y/o autorización explícita del docente”, establece el artículo 3 de la iniciativa.
En Capital Federal se acaba de anunciar una restricción hasta la secundaria. En el caso bonaerense, si prospera el proyecto, solo comprendería a las escuelas primarias.
La restricción en el uso de teléfonos móviles está incluido en un proyecto más abarcativo que está tratando el Senado y que insta a “promover el uso seguro y responsable de las pantallas, informar y concientizar a la población sobre los riesgos y efectos nocivos de la exposición en las infancias”.
Se entiende por pantallas, señala la iniciativa parlamentaria, a todo dispositivo electrónico que permite la visualización de información y la interacción a través de la recepción, procesamiento, almacenamiento, transporte y/o transformación de datos, sonidos e imágenes.
Hace algunas semanas, en el Senado hubo una reunión que contó con las exposiciones de Mauricio Pedersoli, médico neurólogo infantil y autor del libro “Adictos en Pañales” y de Gabriela Bravetti, psicóloga, investigadora y docente, quienes brindaron precisiones sobre los efectos nocivos que el uso desmedido de las pantallas puede generar en los menores de edad afectando aspectos conductuales, neurológicos y sociales.
Fuente: DIB