La ingesta diaria estimada más alta fue de 20,3 nanogramos por kilo por día para los bebés que bebían agua calentada en el microondas y de 22,1 nanogramos por kilo por día para los niños que consumían productos lácteos calentados en recipientes de polipropileno.
Un equipo de científicos de la Universidad de Nebraska-Lincoln (EE.UU.) descubrió que calentar alimentos en recipientes para bebés y bolsas de plástico reutilizables en el microondas, «el método más utilizado para calentar alimentos en la vida diaria», libera millones de partículas de micro y nanoplásticos, aumentando así la exposición de los niños a estos contaminantes.
En los experimentos, los especialistas probaron dos contenedores de alimentos para bebés de polipropileno y una bolsa reusable de polietileno, adquiridos en una popular cadena de tiendas estadounidense, en tres entornos diferentes: refrigeración, almacenamiento a temperatura ambiente y calentamiento por microondas, detalla el estudio, publicado en Environmental Science and Technology.
Para simular alimentos acuosos y ácidos los científicos usaron agua desionizada y ácido acético al 3% (este último tenía la intención de simular productos lácteos, frutas, verduras y otros alimentos relativamente ácidos). Los resultados revelaron que el calentamiento a máxima potencia durante tres minutos en un microondas de 1.000 vatios provocó la mayor liberación de micro y nanoplásticos en los alimentos en comparación con los otros escenarios de uso.
Según informó la AgenciaRT, se descubrió que uno de los contenedores expulsó hasta 4,22 millones de partículas de microplástico y más de 1.000 millones de nanoplástico por cada centímetro cuadrado de recipiente. Los investigadores destacan que, en todas las condiciones, la cantidad de nanoplásticos liberados fue generalmente tres veces mayor que la de los microplásticos.
De acuerdo con los datos del modelo de exposición, la ingesta diaria estimada más alta fue de 20,3 nanogramos por kilo por día para los bebés que bebían agua calentada en el microondas y de 22,1 nanogramos por kilo por día para los niños que consumían productos lácteos calentados en recipientes de polipropileno.
Fuente: InfoGEI