Karina Romanelli analizó la resolución del Ministerio de Salud de la Nación que abre aún más el espectro para acceder al aceite.
Días atrás y después de dos largos años de reuniones, pedidos, consultas y planteos, el Ministerio de Salud de la Nación anunció que las organizaciones cannábicas podrán cultivar -ya legalmente- plantas de marihuana con fines medicinales para todos sus integrantes.
Es así que el Reprocann, el registro de usuarios y cultivadores administrado por Salud, incluye desde ahora a las ONG, que entonces cuentan con el permiso pertinente para producir flores de cannabis sin el riesgo de sufrir complicaciones penales relacionadas a la ley de drogas.
En Bahía Blanca funciona una Asociación Civil y su titular, Karina Romanelli, analizó en LA BRÚJULA 24 el alcance de esta resolución: “Solo se contemplaba al paciente, cultivadores y los médicos que se registraban, solo faltaban nuestras entidades. Particularmente, cada una podrá tener a 150 personas vinculadas y en el caso que se supere esa cantidad de gente, se puede pedir una autorización”.
“Esto nos permite cultivar de una a nueve plantas por persona vinculada y se amplió la cantidad de metros cuadrados, que antes era de 6 en interior y le sumó 15 metros en el exterior. Actualmente contamos con 350 socios, somos un movimiento que viene mucho antes de la Ley, la cual surgió por la necesidad de los socios de contar con su planta para hacer su medicina. Hoy, se consiguen en farmacias, pero a costo muy alto”, sostuvo Romanelli, en el programa “Tal Cual Es”, añadiendo que “el tema terrenos es aún una falencia a resolver”.
Por último, consideró que “venimos sosteniendo y ayudando a la comunidad, brindando talleres y jornadas universitarias que seguiremos haciendo. Ahora contamos con un marco legal para una actividad que desarrollábamos de manera ilegal”.
Fuente: La Brújula 24