Compras chinas, se complican

Con el cambio, únicamente las empresas chinas que cuenten con licencia de exportación válida y propia podrán realizar envíos al exterior. El impacto es significativo: según estimaciones de la consultora Jidoka, alrededor del 50% de los proveedores chinos que venden a la Argentina no son exportadores directos, por lo que quedarían imposibilitados de despachar sus productos.

“El 50% de los envíos desde China se hacía con licencias prestadas. Esa práctica ahora está terminantemente prohibida”, señaló Gabriel Salomón, director comercial de Jidoka.

El riesgo es particularmente alto para los importadores argentinos, que podrían perder anticipos pagados a proveedores sin licencia. “La mercadería nunca podrá salir de origen si no se cumple con el requisito, lo que implicaría la pérdida total de la inversión”, advirtió Salomón.

El golpe llega en un contexto de fuerte crecimiento del comercio bilateral: en julio de 2025, las exportaciones chinas hacia la Argentina alcanzaron US$ 1.420 millones, un 66,9% más que el año anterior. Sectores clave como automóviles, teléfonos y motocicletas —donde abundan los fabricantes sin licencia— se perfilan como los más afectados.

Mayores controles

Además de la restricción directa, la normativa traerá consigo mayores controles fiscales y aduaneros, lo que podría traducirse en aumentos de costos y demoras logísticas. “Estamos ante un cambio estructural que no puede ser ignorado”, remarcan desde Jidoka, y advierten que muchos proveedores no alcanzarán a regularizar su situación dado que el trámite de licencias en China es complejo y puede demorar meses.

Alternativa para importar

Como alternativa, los importadores podrán recurrir a oficinas de trading locales registradas como exportadoras. Estas compañías actúan como intermediarias: compran los productos al fabricante y los despachan legalmente al país de destino. Si bien esta vía implica un costo extra, garantiza la continuidad de la operatoria y el cumplimiento normativo.

Advertencia

“El mensaje es claro: la era de las operaciones informales con China terminó. Quienes no se adapten enfrentarán demoras, sobrecostos o, en el peor de los casos, la pérdida total de sus inversiones”, concluyen desde la consultora.

Fuente: (InfoGEI)Jd