El rector de la UNS se mostró preocupado por la delicada situación que atraviesa la casa de altos estudios. “Vamos a necesitar algún refuerzo del Estado”, resaltó.
El rector de la Universidad Nacional del Sur, Daniel Vega, conversó esta mañana con LA BRÚJULA 24 en relación a la profunda preocupación que se percibe por los recortes presupuestarios que vienen experimentando en las instituciones educativas públicas de todo el país.
“Estamos muy preocupados y con muchísima incertidumbre. El presupuesto fue elaborado en agosto de 2022 con una pauta inflacionaria del 60% cuando el año pasado cerró en 215% y a esto hay que sumarle lo de estos últimos meses. El nivel de desfasaje es muy significativo y es probable que no podamos llegar a mitad de año si esto no cambia”, comentó Vega, en su charla con el periodista Germán Sasso.
Y aseveró que “el año pasado habíamos hecho una revisión y cerramos dos licitaciones, de limpieza y seguridad. Esa fue una ventaja, la otra es que fuimos austeros y ordenados, lo que nos coloca mejor que otras instituciones. Queremos ser optimistas porque el sistema no se puede paralizar y algún tipo de refuerzo del estado nacional vamos a recibir, porque de lo contrario será insostenible”.
“Tuvimos una reunión con todos los decanos y asumimos el compromiso de sostener la actividad académica como sea, recortando todas las cuestiones que no sean esenciales para el dictado de clases. Contamos con 100 mil metros cuadrados de edificios que implica mantenimiento sostenido a lo que se le sumó el desastre de temporal, cuya reparación cuesta casi 300 millones de pesos”, sostuvo, en otro tramo de la entrevista radial.
Luego, el máximo responsable de la casa de altos estudios refirió que “estoy en Buenos Aires y se comprometieron a enviarnos partidas para hacer los arreglos por el fenómeno climático y hoy tengo más reuniones que nos podrían dar más precisiones, vinculadas con negociaciones a nivel nacional. Tenemos 1.100 millones de pesos asignados al funcionamiento y estamos $2000 millones abajo, más allá de que cuesta hacer cuentas al no saber cómo impactarán los servicios con los últimos incrementos”.
“Se podría trabajar en bandas horarias para usar menos servicios, también se puede evitar la actividad los fines de semana que implica destinar personal específico. Estamos ajustando al máximo, pero la brecha sigue siendo tan grande que vamos a necesitar un aporte del Estado. Tuvimos un incremento en las inscripciones que va a requerir más presupuesto y, al mismo tiempo implica que muchos estudiantes se quedaron a estudiar en Bahía Blanca”, cerró Vega.
Fuente: La Brújula 24