La Dra. Sandra Fiori señaló que el molusco también está presente en Pehuen Co y en Monte Hermoso. “Provoca problemas sociales y ambientales”, aseveró.
Las ostras del Pacífico están generando preocupación por su presencia en el estuario bahiense y también en Pehuen Co y Monte Hermoso.
La Dra. en Biología Sandra Fiori explicó esta mañana en Radio Altos que se trata de una especie asiática, invasora, que fue introducida ilegalmente en Argentina en la zona de Los Pocitos, en San Blas, hace 30 años. “Actualmente en ese lugar se ha distribuido por toda la bahía y las islas. Era de esperar que finalmente llegara después de mucho tiempo a dispersarse. La detectamos hace 10 años en el estuario bahiense”, relató.
Primero dijo que la presencia de las ostras en el estuario era imperceptible y ahora está prácticamente en toda la costa y se está trasladando a Pehuen Co y Monte Hermoso. De hecho, contó que la especie ya está presente en Reta.
“Es una especie que no es nativa y que provoca un montón de problemas sociales y ambientales”, resumió sobre la problemática.
Señaló que a la zona de San Blas se la trajo con la idea de hacer un cultivo, que en principio fracasó. En lugar de retirar los ejemplares, los dejaron y con el paso de los años se fue haciendo una población asilvestrada, natural.
Respecto a los problemas que genera, mencionó, por un lado, que en Bahía Blanca no hay control de marea roja (fenómeno que se registra cuando se concentra un número extraordinario de microorganismos productores de toxinas en el mar) por eso se desaconseja el consumo de ostras que se encuentran en el estuario.
Sin embargo, alertó que hay extracción ilegal y que el destino en su mayoría son los restaurantes de la Ciudad de Buenos Aires. Afirmó que a las ostras se las llevan sin ningún control sanitario y sin ningún tipo de resguardo en el traslado ya que la mayoría de las veces son transportadas en combis.
“No sabemos la calidad de las aguas y de las ostras, no hay controles de marea roja, por eso, es sumamente peligroso consumirlas. En Bahía Blanca, Monte Hermoso y Pehuen Co recomendamos no extraerlas para consumo”, insistió.
Además, como segundo problema a nivel social, mencionó que las playas donde hay ostras van perdiendo valor turístico porque la especie es muy filosa y provoca cortes en los bañistas y rotura, por ejemplo, de kayak.
Fiori, quien lleva adelante un estudio de las ostras en el estuario con el objetivo de buscar soluciones, planteó que se puede hacer un control de la especie pero no erradicarla. “Esta ostra se esparció por todo el mundo, en muchos lugares pasó lo mismo que acá: se escaparon del lugar donde se las cultivaba”, indicó. Agregó que el trabajo de control se realiza sobre la población de adultos, que es la que se fija en las costas.
Actualmente en la iniciativa en que trabaja junto a un grupo de especialistas de distintas ramas científicas desde hace seis meses, busca determinar la evolución de la especie, la biomasa, su distribución y la calidad de la carne de las ostras. Esa tarea de diagnóstico se extenderá a los largo de 12 meses.
Recordó que en 2019 se organizó una mesa con todos los actores involucrados (municipios, Consorcio de Gestión del Puerto y pescadores). Y ahora con el proyecto que está enmarcado en el programa del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación denominado “ImpaCT.AR” (tiene el propósito de promover proyectos de investigación y desarrollo destinados a brindar apoyo a organismos públicos -en todos sus niveles- en la búsqueda de soluciones a desafíos de interés público) buscan soluciones para controlar a la población de ostras.
Por último, detalló que la etapa de investigación se extenderá durante 12 meses y luego se iniciarán las etapas vinculadas a lo social y ambiental: “Para buscar soluciones con la gente involucrada, es decir, municipios, Consorcio del Puerto, pescadores y gente vinculada con turismo”.
Fuente: Frente a Cano